[RESEÑA] Hasta los huesos de Luca Guadagnino

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Este jueves se estrena en cines la nueva película del director de Call Me By Your Name y Suspiria, protagonizada por Timothée Chalamet y Taylor Rusell.

Llegaba con mucha expectativa por muchas razones: era el reencuentro del director con Timothée Chalamet, su niño mimado en la maravillosa Call Me By Your Name; también era volver a meterse en el género de ¿terror?. después de la incomprendida relectura que hizo Luca de Suspiria de Dario Argento; los comentarios sobre las escenas gore que tenía la película. Un combo de motivos hacía esperar con ansias Hasta los huesos, la nueva película de Luca Guadagnino,  adaptación cinematográfica de la novela Bones and All de Camille DeAngelis, que se estrena este jueves en cines.

Hasta los huesos comienza con una impactante escena que será un breve resumen de lo que vendrá. Maren, interpretada por una brillante Taylor Rusell (Escape Room y Waves), es una joven aislada dentro del ámbito escolar, que vive con su padre en una precaria casa de Indiana. Por la noche se escapa de su casa para encontrarse con una compañera que la invitó a la casa para encontrarse con otras amigos. Lo que parece ser un inocente encuentro entre adolescentes para hablar de banalidades sobre chicos y maquillarse, se convertirá en un sangriento hecho que obligará a la joven y a su padre a fugarse de la ciudad hacia otro estado.

Pero luego de la primera noche en su nuevo lugar, su padre la abandona, dejando un casette donde le narra su historia y el problema que la joven tiene desde pequeña que la conduce a querer consumir carne humana. Con sólo unos dólares y una partida de nacimiento donde figuran los datos de sus progenitores, se lanzará a recorrer los Estados Unidos para poder dar con el paradero de su madre. En el camino se encontrará con Sully (Mark Rylance), un hombre mayor que tiene la misma condición de ella y que le enseñará cómo manejar su instinto canibal para elegir la presa que sacie su hambre, pero la desconfianza la hace huir del extraño sujeto. Su compañero de ruta será finalmente Lee (Timothée Chalamet), otro errante caníbal, con quien generará un vínculo sentimental y la ayudará en su búsqueda.

Taylor Russell (left) as Maren and Timothée Chalamet (right) as Lee in BONES AND ALL, directed by Luca Guadagnino, a Metro Goldwyn Mayer Pictures film. Credit: Yannis Drakoulidis / Metro Goldwyn Mayer Pictures © 2022 Metro-Goldwyn-Mayer Pictures Inc. All Rights Reserved.

En su primera película filmada íntegramente en Estados Unidos (antes había filmado la serie de HBO We Are Who We Are), Luca Guadagnino vuelve con una road movie canibal. Como es costumbre dentro de su filmografía, el italiano vuelve a tocar el tema del descubrimiento personal y la aceptación de uno mismo, una especie de coming of age pero esta vez dentro de un truculento contexto. Guadagnino crea una atmósfera inmersiva con una bella cinematografía, conversaciones tranquilas y mucha ternura. Gracias al tratamiento que hace de la historia y de los personajes principal, es fácil empatizar con Maren y Lee a pesar de que su situación está fuera de los límites de lo que es aceptable en la sociedad. Nada de eso sería posible de no ser por la música, Trent Reznor y Atticus Ross crean una banda sonora que logra abarcar los diversos momentos de soledad, de intimidad y peligro en todo momento, más una atractiva selección musical donde se destacan temas de Kiss, A-Ha, New Order, Leonard Cohen y Joy Division.

Nada de esto sería posible sin el talentoso elenco, donde los dos protagonistas, Russell y Chalamet, muestran una asombrosa química. Russell con su interpretación de Maren, es la mezcla perfecta de inocencia y fuerza con un personaje que fácilmente podría ir demasiado lejos en cualquier dirección en manos de un actor menos capaz. La unión que logra con Chalamet le dan a la película una vitalidad esperanzadora a pesar de los persistentes sentimientos de temor de la historia. También existen una galería de peculiares personajes donde el ambiguo sentimiento de ternura y terror que transmite el Sully de Mark Rylance sobresale por sobre los demás por tener mayores minutos en pantalla, aunque Jake, el sureño carnívoro interpretado por Michael Stuhlbarg entrega los minutos más espeluznantes de la película.

De esta manera, el film expone temas como la idea de la otredad que explora a través de una Maren que no puede negar sus impulsos caníbales, pero también existe en otras capas. Aunque es el canibalismo lo que la lleva a condenarse al ostracismo, se podría argumentar que terminaría sintiendo esta condena incluso si no tuviera ansias de comer carne humana. Maren y Lee podrían configurarse como dos personajes drogadictos, un grupo menospreciado por la sociedad en su conjunto, marginados por lo que son, dejando claro que la película trata temas universales y no solo una exploración de lo macabro.

Hasta los huesos es una mezcla de viajes por carretera y relatos de la vida cotidiana. Guadagnino hace un trabajo admirable con el flujo de la película que nunca se siente forzada. Tiene momentos sangrientos y gore, pero sin exagerar, donde se nota que es un elemento más y no termina opacando lo esencial: la realidad de la situación de Maren y Lee por fuera del canibalismo. Tiene muchos puntos de contacto con RAW de Julia Ducournau, otra coming of age con el elemento caníbal en el medio, y será una película que tendrá generará debate, por eso Guadagnino en el inicio nos pide que hagamos este viaje dentro de un cine, en pantalla grande, que cuestionemos quiénes son estos personajes y aprendamos sobre nosotros mismos en el proceso de verlos, algo difícil de intentar de forma natural, pero que la película puede ayudarnos a dar el puntapié inicial para intentarlo.

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