42 reinicio | Review

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Este domingo a las 17 hs, se estrena en el Cine Gaumont el documental de Sebastián Zanni.

Sebastián Zanni, director y protagonista de este nuevo documental, celebra sus 42 años entre amigos y familiares, momento en el cual decide hacer un anuncio sorpresivo: correrá una maratón de 42 kilómetros, a pesar de no tener experiencia ni interés previo en la carrera. Este desafío, que representa un giro radical en su vida, se convierte en el detonante de un viaje introspectivo y físico que llevará al espectador por un entramado de paisajes y emociones, mientras Zanni reflexiona sobre el camino recorrido y lo que aún aspira alcanzar.

El documental acompaña a Zanni en un intenso proceso de entrenamiento que lo desplaza por provincias argentinas y varios países de Sudamérica, en los que se enfrenta a la dureza del terreno: desde correr en la nieve hasta atravesar la selva y la arena. Más que una aventura física, el reto maratónico se convierte en una oportunidad para abordar una búsqueda espiritual profunda. A través de sus propias grabaciones y con un enfoque casi confesional, Zanni nos muestra diálogos con una astróloga y un chamán, así como reacciones genuinas al recibir los resultados de sus exámenes médicos. Estas escenas humanizan su historia y permiten al espectador conectar de manera empática con sus temores y anhelos.

El documental fluye con naturalidad, sin apelar a golpes bajos emocionales o recursos sentimentales. En cambio, el ritmo narrativo es cautivador y sutil, llevando al espectador a reflexionar sobre la importancia del recorrido personal y el sentido de perseguir lo que da significado a nuestras vidas. La historia de Zanni invita a una introspección sobre lo que hemos hecho hasta ahora y lo que aún soñamos alcanzar, mientras exploramos el balance entre aceptar nuestras limitaciones y persistir en el desafío de crecer.

Sebastián Zanni logra un documental fresco y honesto, plasmado con un guion que capta la atención sin caer en clichés. Su historia nos interpela a valorar tanto el trayecto como el destino, y a entender que la vida es una sucesión de momentos que, como en una maratón, se recorren paso a paso, sin prisa pero con determinación.

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