El jueves se estrena en el Cine Gaumont el documental que explora el universo de los hombres y la construcción de las masculinidades.
Son tiempos de cambio, la pujanza del feminismo y el reclamo de igualdad de la mujeres han provocado grandes transformaciones en la sociedad. El patriarcado y el machismo, si bien existe y hace fuerza por no desaparecer, está quedando en el pasado. En relación al tema, hemos escuchado y se han hecho escuchar la voz de las mujeres, pero: ¿Qué pasa con los hombres?, ¿Qué sucede con aquellas generaciones que han tenido que adaptarse a los cambios de paradigmas?. Aquellos jóvenes (no tanto algunos) que han enfrentado a los mandatos sociales y aquellos que han sufrido (en el buen sentido de la palabra) esos cambios.
Todos esos interrogantes son los que Lucía Lubarsky trata de develar en el documental. A través del relato de distintos varones la directora aborda diferentes temáticas relacionadas con la construcción de las masculinidades en diferentes ámbitos sociales. Padre y hermano de Lucía, son el punto de partida para que la directora se internase dentro del seno familiar para comenzar a explorar que piensan los hombres en relación a los cambios y su opinión. Adolescentes, el universo trans, reuniones de amigos y zonas rurales son los espacios sociales donde la directora pone la cámara de testigo oculta para captar diálogos, historias de vida y opiniones sobre las mujeres, las relaciones con ellas y como han padecido los avatares de una sociedad machista y heteronormativa.
Lo notable de El Silencio de los hombres es que expone aquello que «los varones» no dicen, aquello que callan, en contraste con su título. El documental no juzga, solo da voz, devela lo que está detrás de ese silencio, se mete en círculos íntimos de hombres, entre relaciones parentales que abren sus corazones y se sensibilizan ante aquello que callaban, en círculos de amigos que debaten sin pelos en la lengua sobre el feminismo y los cambios sociales, algunos deconstruidos, otros que se sienten incómodos ante las transformaciones y no tienen reparos en decirlo. Lo hace sin sentenciar pero consciente de que hay un enemigo invisible en la sociedad que hace mella en los hombres: el patriarcado y sus mandatos sociales.