A pocos días de las elecciones presidenciales norteamericanas, se estrenó en cines la película que narra los inicios del controvertido empresario y candidato republicano.
El Aprendiz nos invita a mirar más allá del Donald Trump que todos conocemos y explorar los orígenes de una figura que llegó a polarizar a los Estados Unidos y al mundo entero. En lugar de enfocarse en los años recientes, la película del director Ali Abbasi (famoso por Border, Holy Spider y la serie The Last Of Us) se sumerge en la Nueva York de los años 70 y 80, para mostrarnos cómo un joven Trump (interpretado con una notable sutileza por Sebastian Stan) se convierte en el magnate que más tarde llegaría a la Casa Blanca.
La historia comienza con un Trump ambicioso y relativamente inseguro, quien, en su camino hacia el poder, encuentra a un mentor formidable en el abogado Roy Cohn, encarnado por Jeremy Strong con una intensidad que acapara la pantalla. Este abogado, conocido por sus tácticas sin escrúpulos, no solo le enseña los métodos más sucios de manipulación y confrontación, sino que activa los aspectos más oscuros de la personalidad de Trump, modelando un personaje dispuesto a hacer lo que sea necesario para ganar. La relación entre ambos, con una dinámica maestro-discípulo que roza lo maquiavélico, es el corazón de la película y nos sugiere, de manera cruda, el origen de una personalidad dispuesta a desafiar las normas.

El filme sobresale en la ambientación: Abbasi y el director de fotografía Kasper Tuxen presentan una Nueva York sucia y sombría, reflejo perfecto de los años difíciles de la ciudad y de la corrupción latente en el entorno de Trump. La diseñadora de producción Aleksandra Marinkovich y la diseñadora de vestuario Laura Montgomery logran un trabajo de época muy preciso, que potencia la narrativa y transporta al espectador a una era de ambición sin límites. Sebastian Stan se luce en la interpretación de un Trump calculador y enigmático, cuidando cada gesto y tic característico, desde el fruncido de labios hasta sus expresiones contenidas.
Aunque a veces parece que la película casi admira la astucia de Trump, el relato no se detiene en los cuestionamientos morales ni busca justificar su conducta. En cambio, nos deja claro que sus aspectos más despiadados siempre estuvieron allí, aunque fueron potenciados por el mentor que lo moldeó. Cuando la enfermedad aleja a Cohn de la historia, se siente una pérdida de tensión, pues la dinámica entre ambos era la fuerza que mantenía el conflicto central.
En un rol secundario, Maria Bakalova (nominada al Óscar por Borat 2) interpreta a Ivana Trump, la primera esposa de Donald, aunque su personaje queda algo limitado en una narrativa que, quizás, podría haber explorado más la perspectiva de aquellos que compartieron su vida en esos años.
El Aprendiz es un atrapante acercamiento a los años de formación de Trump, impulsado por actuaciones sólidas y una atmósfera de época muy lograda. Aunque no aporta respuestas definitivas, se atreve a indagar en el corazón de una personalidad compleja y a mostrarnos las primeras huellas de la ambición sin límites de una personalidad que cambiaría el curso de la historia política estadounidense.