Vortex de Gaspar Noé.

Nuestra puntuación

Dentro del ciclo Autores y Autoras del Festival de Cine de Mar del Plata, se estrenó la nueva película del director argentino de Irreversible, Love y Climax.

Dario Argento y Francoise Lebrun protagonizan la nueva película de Gaspar Noé.

Es sabido que Gaspar Noé es un director muy gráfico en cada una de sus películas. Es capaz de someternos un largo rato a la tortura de una violación en Irreversible; mostrarnos sexo explícito y la importancia que tiene dentro de una relación amorosa apasionada en Love y reflejar con dureza el flagelo de las adicciónes a las droga en Enter the Void. Con frenesí y propuestas innovadoras a la hora de contar las historias, sus películas se han transformado en un evento para los cinéfilos que lo adoran. Esta vez baja un cambio dentro de sus vertiginosa filmografía para contar la h de una pareja de hombres mayores en el último tramo de su vida.

Los protagonistas son el padre (impresionante actuación del director Dario Argento en su primer protagónico), una persona que sufre de problemas cardiovasculares pero que no se resigna a bajar los brazos, por eso se encuentra sumergido en la creación de un libro sobre el cine. Ella (un inolvidable papel de Françoise Lebrun, recordada actriz de La Mamá y la Puta de Jean Eustache), una ex psiquiatra con demencia senil que deambula dentro del departamento sin saber que hacer, mientras sus recuerdos cada vez se van desvaneciendo más y más. Dentro de un pequeño departamento en Francia, ambos se enfrentan a las complejidades de la vejez y el duro camino del adios, acompañados esporádicamente por su hijo (Alex Lutz), quien también carga sobre sus espaldas un pasado de adicciones e internaciones psiquiátricas.

Con la pantalla partida en dos, que muestra las diferentes situaciones que van viviendo cada uno, Gaspar Noé no apela al sentimentalismo ni a la nostalgia para retratar la vejez. Las dos cámaras solo se meten de lleno ese departamento donde habitan los dos ancianos y, fiel a su estilo, es gráfico para mostrarnos la vejez de una manera cruda. Es así que la monotonía se hace presente dentro del film como si fuese un sello característico de la edad y de momento en que se encuentra la pareja, por eso las casi dos horas y media que duran la película pueden resultar tediosas pero no dejan de ser un reflejo de lo que vive la pareja de ancianos en los momentos previos a la muerte.

Esta vez el frenesí y la cámara invertida (aunque en el final nos regale una pequeña toma) quedan de lado. Gaspar Noé se pone a tono con Amour de Haneke y El Padre de Florian Keller; reflexionando sobre lo efímero de la vida, el olvido y el sufrimiento del oscuro réquiem de la vejez. Al igual que A Ghost History de David Lowery, el pequeño departamento se transforma en una especie de cárcel de recuerdos que se irá modificando poco a poco, hasta quedar desolada en el final. Vortex es la película más compleja y dolorosa del director argentino radicado en Francia que, aunque tiene algunas característica de sus films, no es a lo que nos tiene acostumbrado, dejando una puerta abierta para lo que puede ser una etapa más introspectiva de cara al futuro.

En Sala:

SAB20 15:00 hs., Cine Ambassador (Sala Ambassador 1) COMPRAR ENTRADA

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