Dentro del ciclo Las Venas Abiertas del Festival de Cine de Mar del Plata se estrenó la película independiente dirigida por el creador de Te lo resumo así nomás.
Nadie puede dudar que la aparición de Te lo resumo así nomas marcó un hito dentro de lo que podría considerarse «crítica de cine». A través del desparpajo, un divertida edición y ocurrentes salidas cómicas para reseñar y dar una opinión sobre diferente clase de películas ha logrado imponer un estilo. Pero detrás de la singular voz hay una mente maestra: Jorge Pinarello, un joven platense que, tras un largo recorrido teatral, encontró en Youtube su trabajo principal y cobrar notoriedad gracias a eso. Su salto a la fama fue tal que Be Influencers, una agencia especializada que recluta, asesora y potencia a los creadores de contenidos para las redes, elaboró un ranking con los diez youtubers más influyentes de la Argentina y allí apareció Jorge en el segundo puesto. Pero había una cuenta pendiente en su vida y era dirigir su propia película, la cual produjo junto a su pareja, Natalia Maldini, cuyo estreno fue uno de los más esperados dentro del festival.
Su ópera prima es una comedia negra centrada en María (Natalia Maldini) y Manuel (Casper Uncal), una pareja que parecen estar pasando por su mejor momento. Ambos deben emprender un viaje largo hacia el campo a bordo de su Renault 12 para para pasar año nuevo junto a la hermana de Manuel y su cuñado, una suerte de “guía espiritual” promotor de una filosofía New Age a prueba de todo que, para colmo, está forrado en plata y se encargan de hacerlo saber. Entre dudas y reproches ambos saben que están haciendo el esfuerzo de ir ahí porque, justamente es plata lo que quieren pedirle. ¿Para que? Esa es una de las razones que no conviene comentar para no arruinar el efecto sopresa,
Jorge Pinarello logra que ese encuentro familiar se transforme en un compendio de gags concatenados con naturalidad donde la incomodidad es la fórmula para generar momentos disparatados. A los cuatro protagonistas se les suma una comunidad de sirvientes denominados «ahijados» que recuerda a películas de terror como Midsommar (considerada también, según Ari Aster como una comedia negra). También dentro del relato se incorporan chistes sobre clásicos como Esperando la Carroza hasta el sharkexplotation como Shark Attack o Robo-Tiburon (es famosa la seguidilla de vídeos del canal de Pinarello analizando películas con escualos). Por eso, para quienes conocen la dinámica que maneja el canal de Youtube encontrarán en la película mucha sintonía con el estilo de humor.
Al ser una película de bajo presupuesto, tenemos la gran casa como única situación y cuatro personajes principales con diferentes características. María, una frustrada ama de casa, interpretada por una explosiva Natalia Maldini, quien sufre con la ostentación de plata que hace su cuñada; Manuel, en manos de Casper Uncal, el personaje más jugoso, un apagado y bastante pesimista hincha de Gimnasia y Esgrima La Plata que ni grita los goles cuando escucha el partido en la radio y que se siente incapaz de emprender algo que lo saque dentro del ritmo de vida anodino que lleva . Lo contrario son su hermana y su cuñado, quienes llevan como lei motiv «a imposible le sobran dos letras», interpretados al extremo de lo bizarro por Xiomara Martínez y Federico Aimetta.
Lo mejor que tiene Algo que pasó en año nuevo es que maneja los mismos códigos humorísticos de pareja en crisis que debe enfrentarse a una realidad deseada pero casi imposible de alcanzar para sus aspiraciones, los mismos que recientemente pudimos ver en Finde, protagonizada por Malena Pichot y Julián Lucero. Un estilo que logra generar complicidad con el espectador a partir de la incomodidad en la que se encuentran los protagonistas frente a situaciones que rozan absurdos y varios giros inesperados, dando como resultado una comedia entretenida, con mucho humor negro, cuyas pretensiones no van más allá de hacernos pasar un buen rato.