Luego de su presentación en el BAFICI, se estrena en cines el documental sobre una tragedia del pasado pero que aún sigue viva en el recuerdo de la familia.
Cuando Damián tenía 12 años murió su abuela, Fortuna Bongiovanni. Ella usaba unos anteojos grandes y estaba siempre en la cocina mirando hacia la calle desde una ventana pequeña. Unos días después de su muerte su hermana le contó la primera versión que recuerda sobre la tragedia. Desde entonces él se pregunta cómo se podría haber evitado todo aquello. Su abuelo, Alberto Galateo había sido un crack del fútbol que jugó en Colón, Unión y varios equipos porteños, llegando a formar parte de la selección argentina que participó en el mundial 1934. Pero detrás de esa imagen de ídolo, había un monstruo que sometía violentamente a su esposa e hijos.
Basada en su propia historia familiar, la ópera prima se sumerge en la trágica historia familiar que no solo involucra a su abuelo, sino también a su tío. Como un intento de construir lo que, dentro de su mente aparece como una historia de terror salida de la ficción, el director entrevista a su familia para que cuente cada uno la versión de los hechos o lo que saben sobre él. De esta manera, fusiona fotos familiares, relatos sobre el abuelo e imágenes de archivo para presentar el docuficción de la manera que él lo percibe, una pesadilla horrorosa. En el medio de todo un relato trágico se suceden imágenes actuales, donde se ve una familia en armonía y en paz consigo mismo. La figura del monstruo del pasado parece haber quedado atrás para ellos, aunque a la hora de los testimonios aparezcan y conmuevan de la misma forma. El director hace hablar a toda su familia: su padre (el menor de los hermanos), su tía y familiares que conocían a sus abuelos, hasta algunos vecinos del barrio. El único ausente fue Yiyi, su tío, quien se rebeló contra su padre y puso fin a la pesadilla familiar; el actor Norberto Gonzalo se pone en su lugar para dramatizar y recrear los diálogos que Damián tuvo con él.
Con un sorprendente trabajo de edición y recreación, que incluye hasta un fragmento de Los Hermanos Karamazov de Richard Brooks, el documental muestra un caso más de violencia de género y machismo que derivó en un parricidio que se pudo haber evitado. Damián Galateo conmueve y aterra por partes iguales, logrando transpolar en el espectador todo el horror familiar vivido y como repercutió en ellos. Pero, la película no es solo un relato familiar, también es una realidad que se vivía en el pasado patriarcal; mujeres violentadas, silencios temerosos, Terror Familiar es redención, pero también es un grito contra el maltrato machista naturalizado.
*Reseña escrita en el marco de la cobertura de la 23° Edición del BAFICI.
Cine Gaumont – Avenida Rivadavia 1635
Del Jueves 27 al Miércoles 2/11
Funciones diarias a las 21:45hs en Sala 2