C’Mon C’Mon: Siempre Adelante de Mike Mills.

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Se estrena en cines argentinos la nueva película protagonizada por el ganador del Óscar, Joaquín Phoenix.

Historias en dónde un adulto debe hacerse cargo de la crianza de un niño sin tener una unión directa (padre e hijo) se han hecho muchas veces en el cine. Dentro de cualquier género, drama, acción, comedia, terror, adultos que descubren la paternidad, que experimentan esta faceta de la vida cuando menos lo esperaban. A Perfect World de Clint Eastwood, con Kevin Constner; o Mud de Jeff Nichols, con Matthew McConaughey son algunos exponentes donde vemos cómo los protagonistas no tienen una relación sanguínea y de igual forma forjan un fuerte vínculo, siendo el adulto quien toma el papel de padre. Justamente eso sucede este film, pero que tiene la particularidad que sus protagonistas tienen un fuerte lazo familiar que todavía les falta por descubrir.

En C’mon C’mon veremos la historia de Johnny (Joaquín Phoenix), un periodista que, gracias a su programa de radio, viaja por Norteamérica entrevistando a adolescentes y niños preguntando sobre qué piensan de la vida y del futuro. Después de una de esas entrevistas, decide llamar a su hermana Viv (Gaby Hoffmann), quien vive en Los Ángeles junto a Jesse (Woody Norman), su hijo de 9 años. La relación entre os hermanos es distante desde la muerte de su madre y es por eso que Johnny se ve sorprendido cuando su hermana le pide el favor de cuidar a su hijo mientras ayuda a Paul, el padre de Jesse, quien sufre de trastornos de bipolaridad. Esta es la oportunidad de Johnny de tener nuevamente una vida familiar, de recuperar la relación que tenía con su hermana y de crear un lazo especial con su sobrino que ecesita la imagen de un padre a su lado.

Woody Norman, Joaquin Phoenix (L-R)

Luego de sorprendernos con Mujeres del Siglo XX (en el medio realizó I Am Easy To Find, protagonizada por Alicia Vikander), Mike Mills vuelve a mostrar sus credenciales con un film donde cada toma en las ciudades en dónde se desarrolla la historia es muy importante y sirve como protagonista para una parte principal del film. El tono nostálgico que le da la decisión de hacer esta historia en blanco y negro aparece para que se sienta que pueda ser algo general y no referencial a una clase social o raza. Aunque la historia es un drama familiar, que trata sobre la soledad y la paternidad, también toca cuestiones relacionadas con el trato a personas con enfermedades mentales y como ven el mundo tanto adolescentes como niños.

En su primer trabajo luego de haber obtenido el Óscar por Joker, Joaquín Phoenix se mete en un rol completamente diferente a la intensidad de su papel en su anterior film. Este es un trabajo simple, o mejor dicho, natural, donde no hay una gran necesidad de transformación, sino que explota la nostalgia de alguien que por un momento se sintió a gusto en la soledad, pero al escuchar relatos de personas que apenas comienzan a vivir le hizo añorar buenos momentos. Todo eso lo transmite Phoenix con su actuación, pero adquiere mucho más valor gracias a la química que tiene con el joven actor Woody Norman, quien hace el papel de un chico excéntrico y precoz, con un pensamiento liberal, muy consentido por su madre, pero alguien que le falta el peso de tener a alguien más para poder enseñarle y apoyarlo en su joven vida.

Relatado con una magnífica naturalidad, mezclando diálogos donde se reflexiona sobre la maternidad, con textos de Madres. Un ensayo sobre la crueldad y el amor de Jaqueline Rose; sobre la salud mental con fragmentos de La familia del oso bipolar: cuando un padre tiene un trastorno bipolar de Ángela Ann Holloway y sobre la filosofía de la vida bien vivida con Niño Estrella de Claire Nivola. C’mon C’mon trata muchos temas que se entrelazan dentro de la historia entre Johnny y Jessie, una historia honesta melancólica que nos sumerge en problemas existenciales y nos deja reflexionando sobre el peso de la decisiones, lo fugaz de los recuerdos y la importancia de mantenerlos vivos para poder hacer frente al paso del tiempo. Por su peso específico y sus formas de tratar temas tan complejos es inexplicable que esta película haya sido ignorada para los premios Óscar.

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