Este jueves 26 de octubre se estrenó ver en 9 salas de Argentina el nuevo film del director Pecados capitales, El club de la pelea y Zodíaco. Desde el viernes 10 de noviembre, estará disponible en Netflix.
Vuelve David Fincher y siempre es noticia relevante para el mundo del cine. En su nueva película, se vuelve a meter en el mundo de los asesinos, pero a diferencia de Seven y la serie Mindhunter, esta vez lo hace en el de los asesinos profesionales, o sea sicarios que trabajan por encargo. Esta es su segunda película para Netflix, luego de la extraña Mank, dónde contaba el detrás de escena de la producción de El Ciudadano Kane.
Desde el inicio el film se sumerge en la vida de The Killer (Michael Fassbender), cuyo nombre real no sabremos durante toda la película ya qué adopta distintas identidad. En un departamento en París, con un rifle de largo alcance, espera el momento preciso para llevar adelante el trabajo que le han encargado. Los días pasan, escondido, en soledad, con admirable paciencia busca la ocasión justa mientras nos relata su meticulosa metodología de trabajo. La cuestión es que falla y eso tendrá consecuencias para lo que vendrá. Al llegar a su lujoso hogar en República Dominicana encontrará a su pareja hospitalizada, casi agonizando. Lo que dará comienzo a un raid por diferentes paises para averiguar quiénes fueron los responsables y vengarse de ellos.
Basada en la novela gráfica del mismo nombre creada por el escritor Alexis Nolent (o Matz) y el artista Luc Jacamon, el director de Perdida, El Club de la pelea y La Habitación del pánico nos sumerge en la crisis psicológica de un letal asesino. A través del relato de la voz en off del asesino, interpretado por un frío pero hipnótico Michael Fassbender, la película explora un mundo marginal, donde la desconexión de los personajes de su entorno se asemeja a John Wick o Ghost Dog: El Camino del Samurái. Un submundo de asesinos en los que el protagonista buscará venganza toma forma espiritual, como si los personajes fueran fantasmas que no pueden ser vistos por quienes los rodean.
Esta vez Fincher le imprime un ritmo pausado y cansino, que solo se ve interrumpido con algún momento de brutal pelea cuerpo a cuerpo o tensos diálogos. Acompañado por la banda sonora de Trent Reznor y Aticcus Ross, asiduos colaboradores musicales, inundada por canciones de The Smiths, ya sea sonando desde los auriculares del asesino en un segundo plano, cuando la cámara lo enfoca, o en un tono más alto cuando no.
Dividida en capítulos ambientados en París, República Dominicana, Nueva Orleans, Florida, Chicago y Nueva York, El Asesino no tiene giros inesperados en su guion, más bien es una clásica película de venganza que transita por caminos predecibles. Así y todo es atrapante desde la exploración que hace de personaje principal. Con Fassbender como protagonista absoluto, quien se carga con todo el peso de la película y nunca desaparece de escena, más un pequeño pero brillante aporte de Tilda Swinton, siempre con el innegable talento visual del director presente en cada plano, ya sea nocturnos o a plena luz del día.