Dentro de las mejores propuestas que nos brinda la plataforma HBO Max que desembarca el 29 de julio en Argentina, se encuentra la serie del creador de Alien y Blade Runner.
Con los dos primeros episodios dirigidos nada menos que por Ridley Scott, Raised By Wolves es una serie difícil de ignorar. El tipo de gran espectáculo que se supone que debe llenar el vacío dejado por Westworld o Game of Thrones, cerebral pero emocionante al mismo tiempo que hace que parezca que tiene tanto dinero como cualquier película de gran éxito. Todo comienza cuando dos androides, la madre (Amanda Collin) y el padre (Abubakar Salim) son enviados a un planeta aparentemente deshabitado con la misión de criar a seis niños de embriones viables a adultos. Esto resulta difícil en el terreno hostil de este extraño planeta, ya que las complicaciones comienzan a surgir rápidamente, como un ataque de monstruos depredadores como Gollum o un ejército de fanáticos religiosos que quieren salvar a los niños de sus guardianes androides.
A medida que avanza de un escenario a otro, Raised by Wolves amplía lentamente su alcance: los ateos enviaron a madre y padre para criar hijos libres de la tiranía religiosa después de una guerra que destruyó la tierra. Afortunadamente, esta guerra no la libran hombres enojados que claman que «Dios no es real» y más hombres enojados gritando «que si existe». Es una guerra con androides extraños y gente que cambia de rostro para ir de incógnito, al estilo Matrix. Así que sí, aunque es un programa novedoso, también es un programa que toca aspectos de todo tipo de películas de ciencia ficción populares, lo que tiene sentido porque Ridley Scott hizo la mayor parte.
Si bien la serie fue creada y escrita por Aaron Guzikowski (quizás mejor conocido como el escritor detrás del thriller de Denis Villeneuve, The Prisoners), se alinea rápidamente con una serie de características de Scott: paisajes alienígenas en una Tierra condenada, androides que se ven y se sienten como personas y una visión sombría de la humanidad. Como sugiere el título, naturaleza versus educación es un interés temático, al igual que la religión, la ciencia, la conciencia, la identidad y la vida artificial. Todos ellos están marcados en los primeros tres episodios.
En un espectáculo desprovisto de color, muy bien compuesto e inquietante, se mezclan culturas en espiral, huesos que sugieren enormes alienígenas parecidos a dinosaurios y androides que pueden emitir un grito capaz de hacer estallar a los humanos como un globo, las actuaciones son eficientes. En ese contexto las actuaciones son otro rubro a destacar, sobre todo la de Amanda Collin como madre androide, caminando en una línea extraña entre lo mecánico y lo salvaje. Sobre todo durante los primeros tres episodios, ya que se sabe muy poco sobre los ateos y los religiosos que luchan contra ellos o los detalles de su fe.
Raised by Wolves necesita tiempo para encontrar su lugar, pero sobre todo para desarrollar grandes ideas, para que su elenco comience a cuajar y conectarse con el público. Pero tiene un potencial enorme para indagar en diferentes temáticas universales, como la religión, la maternidad, el cuidado del medio ambiente, los mandatos sociales y las guerras santas Una poderosa vuelta a las obsesiones de Ridley Scott para festejar y disfrutar en el esperado desembarco de HBO Max en Argentina.