Censor de Prano Bailey-Bond.

Nuestra puntuación

Se estrenó online la extraña ópera prima que homenajea al cine de los 80 y los tiempos del VHS en la Gran Bretaña de Margaret Tatcher.

Niam Algar protagoniza esta extraña cinta de terror que homenajea a los clásicos del género.

¿Puede una película influenciar en nuestro comportamiento? ¿Somos tan permeables como para culpar al cine extremo del aumento del delito? En Censor, la película británica, parecen entenderlo así. Es por eso que el gobierno de Margaret Tatcher tiene un equipo que se dedica a controlar que tipo de películas son aptas para el consumo popular. La llegada del VHS junto con la posibilidad de que cada productora o cineasta amateur pueda desarrollar su propio film hizo necesaria una gran oficina para ver toda las producciones audiovisuales que se realizan.

Ahí trabaja Enid Baines (NIam Algar), una mujer que se dedica a revisar y censurar películas en la Gran Bretaña de los años 80 bajo el mando de Margaret Tatcher. Imperturbable ante cada escena de violencia, pasa horas mirando escenas de violaciones, torturas, mutilaciones y desmembramiento sin que se le mueva un pelo, cortando las que consideran poco apropiado para el consumo masivo. Su vida transcurre entre la soledad y la monotonía de la oficina, hasta una extraña película la lleva a recordar un viejo trauma del pasado. La obsesión con el parecido de la actriz con su hermana desaparecida en su infancia la conducirá a su búsqueda en un extraño paisaje donde lo onírico y la ficción se entremezclara con la realidad. 

La intrincada premisa le permite al director insertarnos dentro de una pesadilla dónde aparecen los diferentes tópicos del cine de género. El slasher, el gore y el terror psicológico se mezclan dentro de un confuso diálogo mental donde la realidad se mezcla con la ficción. Niam Algar, a quien tuvimos la posibilidad de ver en Raised by Wolves, es la mujer que se deja poseer por la película que resuena con sus experiencias traumáticas pasadas. En su estudio de personajes a su alrededor y cómo se las arregla para sumergirse cada vez más en quién hizo la película, se destaca para sobresalir al combinar el humor inteligente con la desesperación.

Censor tiene influencias no solo del terror de los 80 con homenajes a Videodrome (1983) de David Cronenberg, sino que se destaca un ligero toque de la dirección estilística y colorida de Dario Argento, con el espíritu místico del detrás de escena del cine de género de Berberian Sound Studio de Peter Strickland. Una artística carta de amor sangrienta y retorcida a las películas y videos desagradables de la época en que el cine se volcaba a la exploración de la sangre, la violencia y la tortura, con una atmósfera llena de tensión y niebla propia de una sociedad al borde de la histeria por los peligros de las imágenes violentas en el cine y la televisión.

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