[Crítica] El Hombre de los Sueños de Kristoffer Borgli

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Este jueves se estrena en cines la nueva producción de A24, protagonizada por Nicolas Cage y producida por Ari Aster.

Nicolas Cage ha desempeñado a lo largo de su carrera una variedad de personajes fascinantes, extravagantes y bizarros, desde seres enigmáticos y volátiles hasta autoparodias y justicieros. Sin embargo, su nuevo desafío como ganador del Oscar implica encarnar al hombre más común del mundo, atrapado en un caos que escapa a su control.

El gran Nic es Paul Matthews, un profesor de zoología aburrido que, atrapado en la monotonia de su vida, se ve repentinamente inmerso en la fama a través de cameos en los sueños de extraños. A pesar de sus intentos iniciales de evitar la notoriedad, Paul decide utilizar su repentina fama para impulsar el éxito de su próximo libro. Sin embargo, su búsqueda de reconocimiento se convierte en una lección humillante sobre las realidades cambiantes y las indignidades del estrellato.

La película, dirigida por Kristoffer Borgli, responsable de la polémica Enferma de Mó, y producida por Ari Aster, se siente a tono con el cine de Michael Gondry y Spike Jonze. A través de su trama surrealista que oscila entre la tragedia y la sátira, el director transforma a Dream Scenario en una crítica a la cultura insensible y la rapidez con la que la sociedad cancela a las personas, explorando la hipocresía y falsedad de la sociedad moderna. Pero más allá de la interesante y original propuesta del guion, el principal sustento de la película es la brillante actuación de Cage, quien vuelve a demostrar su enorme talento cuando asume este tipo de roles desafiantes.

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