Este jueves se estrena en cines el nuevo trabajo de Sean Durkin lanzado por A24, que reconstruye la trágica historia real de los Von Erich, quienes durante varias décadas se dedicaron a la lucha libre.
El cuadrilátero de la lucha libre deja de ser un simple escenario para peleas arregladas en la nueva película dirigida por Sean Durkin, director británico responsable de grandes obras como Martha Marcy May Marlene de 2011, El Refugio de 2020 y la serie Juntas hasta la muerte/Dead Ringers. En lugar de ello, el ring se convierte en un crisol de emociones donde los conflictos personales, las disputas de poder y la intrincada red de relaciones familiares se entrelazan para formar una trama que, aunque pueda parecer ficticia, tiene sus raíces en la realidad.
En un prólogo lleno de contrastes, la película «La garra de hierro» nos sumerge en la década de los ’60, donde el legendario luchador Fritz Von Erich (interpretado por Holt McCallany) se enfrenta en el cuadrilátero. Aunque su victoria no es total, su presencia deja una huella imborrable en sus hijos: Kevin , David, Mike y Kerry. A pesar de sus inclinaciones hacia la música o el fútbol americano, se ven obligados a seguir el camino marcado por su autoritario padre, quien controla el negocio familiar en la conservadora Texas, mientras su madre Doris (interpretada por Maura Tierney) observa con asombro. Entre los personajes femeninos destacados, se encuentra Pam (interpretada por la talentosa Lily James), quien se convierte en la esposa y cómplice de Kevin, compartiendo tanto sus momentos de gloria como sus desafíos.
Zac Efron asume el papel de Kevin, el hermano mayor de la familia Von Enrich, quien carga con la máxima responsabilidad tras la prematura muerte de Jack, el verdadero hermano mayor. Desde la infancia, Kevin se ve obligado a enfrentar las presiones de su padre, quien, incapaz de alcanzar la gloria como campeón mundial de lucha libre, proyecta sus sueños no cumplidos sobre sus hijos. La ausencia de Jack marca un hito trágico en la vida de Kevin, dejándolo sin su compañero de juegos y sumiéndolo en un mundo donde la debilidad no tiene cabida.
Quienes sufren y se autoexigen al límite son también sus tres hermanos menores. Kerry (Jeremy Allen White, el gran Carmy de The Bear), quien ve frustrada sus posibilidades de ser un atleta olímpico; Mike (Stanley Simmons), el menor y más sensible de todos, que sueña con hacer una carrera musical pero no tiene acompañamiento del padre; y David (Harris Dickinson), el más carismático, que parece reunir todas las condiciones para llegar al máximo galardón dentro de la lucha libre. Siempre bajo la indulgente mirada de una madre ferviente creyente religiosa que arrastra consigo una frustrada carrera como artista.
Pero la lucha va más allá del ring; es una batalla contra una maldición familiar que persigue a los Von Enrich. Entre anabólicos, imposiciones religiosas y la constante presión del padre, los hermanos se ven atrapados en un entorno tóxico que desafía su resistencia física y mental. De esta manera, desentraña las complejidades de masculinidades en disputa, resaltando la verdadera lucha que acontece fuera del cuadrilátero.
En este drama, Durkin nos lleva a explorar las profundidades de una familia marcada por las tragedias, mandatos opresivos y la constante búsqueda de una gloria que parece inalcanzable. Garra de Acero no solo nos sumerge en el intrigante mundo de la lucha libre, sino que también revela la lucha interna de los Von Enrich contra un destino implacable. A través de la fortaleza y la desesperación, la película nos invita a reflexionar sobre los límites de la resistencia humana y los estragos de un entorno que exige más de lo que puede ofrecer.