Preseleccionada para representar a Argentina en los premios Óscar, se estrena en cines argentinos la nueva película del director de El Custodio y Un Mundo Misterioso.
Desenvolviéndose en medio de una atmósfera de gracia sobrenatural, Los Delincuentes cuenta la historia de dos empleados bancarios cuyos destinos quedan entrelazados cuando uno de ellos sustrae suficiente dinero para mantener a dos personas hasta su jubilación y se lo confía a su compañero mientras cumple una condena de tres años y medio en prisión, justificando que es una opción más favorable que enfrentar una rutina de trabajo de veinticinco años adicionales. Dicho plan nos planteará una pregunta sencilla pero única: ¿es posible llevar una vida sin trabajar?.
Desde la decisión inicial de Morán (Daniel Elias), casi impulsiva, se desencadenan una serie de consecuencias y oportunidades tanto para él como para Román (Esteban Bigliardi). Los nombres anagramáticos, que se extienden incluso a un interés amoroso llamado Norma (Margarita Molfino), destacan la peculiaridad de sus circunstancias, al igual que la elección de darle dos papeles a un mismo actor (Germán De Silva como el gerente del banco y Garrincha, el capanga de la carcél). Con una trama que se desarrolla entre Buenos Aires, una prisión y el campo en la provincia de Córdoba, y Moreno explora de manera profunda y apasionada las emociones contrastantes de cada lugar.
Contrario a lo que suele suceder en otras películas de atracos bancarios, en Los Delincuentes la plata no es lo único importante, un objeto tan simple como un vinilo de Pappo´s Blues Vol. 1 adquieren mayor relevancia cuando circule de mano en mano entre los protagonistas y cobrará mayor sentido cuando suenen El Viejo y Adonde está la libertad. La película también está llena de momentos intensos y escenas delicadas de ocio, a menudo utilizando fundidos y pantallas divididas para entrelazar y complicar la relación entre estos dos hombres muy diferentes, cuya elección de destino con la que deciden concluir reflejará la dedicación sincera de la película a la búsqueda constante, manteniendo siempre viva la apertura hacia la elección y el azar.