[Crítica] The Passenger de Carter Smith

Nuestra puntuación

Se sumó al catálogo de Paramount+, la violenta road movie del director Las Ruinas y Swallowed.

La historia comienza con Randy (Johnny Berchtold), un empleado de un restaurante de comida rápida que sufre bullying de sus compañeros, y Benson (Kyle Gallner), un hombre silencioso que desata una crisis en el lugar, matando a todos sus compañeros de trabajo excepto a Randy. Este último, empleado tímido y callado, se ve obligado a esconder los cuerpos en el congelador y seguir a Benson, quien lo domina con una sensación de poder nunca antes experimentada.

A lo largo de la película, la trama se centra en la extraña pareja, explorando la peculiar forma en que se comunican después de la masacre inicial. Benson ejerce control sobre Randy que no proviene de un plan astuto, sino de la profunda sensación de poder que le falta a Randy en su vida. A pesar de las oportunidades de escape, Randy nunca se rebela ni busca ayuda, alimentando la narrativa con una tensión constante.

A medida que avanza la historia, Randy revela a Benson las razones detrás de su aparente cobardía, abriendo paso a una nueva dirección. Benson, en lugar de continuar con la violencia, decide ayudar a Randy a enfrentar sus miedos personales: la novia que lo abandonó después de la muerte de su gato y la maestra a la que dejó medio ciega en segundo grado.

Al recargar toda la historia sobre los dos personajes principales, las actuaciones son la clave para que la película se sostenga. Berchtold ofrece una actuación convincente, expresando la fragilidad de su personaje más allá de las lágrimas siempre a punto de estallar. Mientras que Kyle Gallner (quien ya sorprendió en la divertida Dinner in América) en sus monólogos breves pero impactantes, demuestra una intensidad que recuerda a los primeros días de Jack Nicholson. La presencia imponente de Benson se equilibra sin exageraciones, especialmente en los encuentros con las personas del pasado de Randy.

En resumen, The Passenger se destaca por la química entre los dos actores principales, quienes elevan el guión y transmiten mensajes subyacentes de manera efectiva. Aunque carece de una gran revelación al final, deja una grata impresión duradera gracias a su enfoque único y las actuaciones cautivadoras de Berchtold y Gallner.

Compartir: