La Muerte no existe y el amor tampoco de Fernando Salem.

Nuestra puntuación

Luego de proyectarse en el marco del 34º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, se encuentra en la plataforma CineAr Play la nueva película del director de Como Funcionan casi todas las cosas.

Justina Bustos y Antonella Saddico protagonizan la nueva película de Fernando Salem

Emilia vive con su novio en Buenos Aires. Trabaja como psicóloga en un hospital en un contexto de violencia complicado. Todo ese ámbito encuentra su calma en el hogar, cuando se encuentra con su novio, un ingeniero de sistemas que aspira a conseguir una beca para trabajar en Alemania.

Un día recibe la visita del padre de Andrea, su mejor amiga fallecida. Deben retirar el cuerpo de la tumba y han decidido cremarla. A raíz del estrecho vínculo existente entre ellas, este le solicita si puede acompañarlos en ese difícil momento. Luego de mucho titubear, ella decide viajar sola a pueblo de 28 de noviembre de Santa Cruz, donde se encontrará con viejos amores y recuerdos  que parecían haber quedado en el pasado.

Basada en el libro Agosto de Romina Paula, el director Fernando Salem un relato sobre la amistad, sobre la eterna búsqueda de felicidad y la pérdida. La fotografía de Santa Cruz es el ambiente ideal para una historia de fantasmas del pasado que vuelven para despedirse y dejar de provocar dolor.

Un título que juega con lo cíclico que resulta la muerte y el amor. Un amor de amigas que se extraña por la pérdida física pero nunca se sabrá si hubiese perdurado en el tiempo. Un amor que no murió por que la muerte lo interrumpió pero que aún existe cada vez que aparece el fantasma para recordar esos maravilloso momentos vividos juntos. La película juega con eso y nos hace emocionar en cada escena de ellas juntas.

Una formidable actuación de Antonella Saldicco como Emilia, quien emprende un viaje a un pasado necesario pero doloroso, que la llevará a reflexionar sobre sobre su felicidad y su futuro. Al igual que Justina Bustos como Andrea, la amiga perdida, quien sin emitir una sola palabra transmite sentimientos para los cuales no son necesario las palabras. Junto a ellas y la melancólica voz de Santiago Motorizado, La Muerte No Existe y el Amor Tampoco es un emocionante, pero a la vez angustioso pasaje analítico a reflexiones sobre amores que no pudieron ser y vidas que no nos animamos a vivir. 

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