[RESEÑA] Juana Banana de Matías Szulanski.

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Se estrena en cines argentinos la nueva película del director de Astrogauchos, El Gran Combo y Flipper.

Juana Banana (Argentina/2022). Guion, edición y dirección: Matías Szulanski. Elenco: Julieta Raponi, Jenni Merla, Franco Sintoff, Matías Szulanski, Fabián Arenillas, María Villar y Horacio Marassi. Fotografía: Lourdes Sanz. Dirección de arte: Ailín Kirjner. Sonido: Pablo Ísola. Música: Carlos Páez. Producción: Matías Szulanski y Bernardo Szulanski (Kligger). Duración: 80 minutos.

Si hay algo que no se le puede negar a Szulanski es que es un director que siempre toma riesgos. Ha intentado darle a sus películas un sello, con historias que rozan lo bizarro y personajes absurdos, siempre bajo una estética kitsh donde predominan los colores puros que le dan un toque onírico. Esta vez, el director sorprende saliendo de es lugar para presentarnos a un personaje anclado en la realidad de muchos jóvenes buscando una motivación para sus vidas.

El personaje en cuestión es Juana Banana (Julieta Raponi), una joven actriz de Villa Crespo que vive su vida entre casting fallidos, con un novio bastante desconsiderado y fumando porro todo el día. En su cabeza tiene muchos proyectos: escribir un libro de cuentos, protagonizar alguna tira, hacer publicidades… pero en ninguno se enfoca objetivamente. Su vida se complica más de lo que estaba cuando debe dejar el departamento que compartía junto a su pareja para desembarcar en la casa de una amiga. Allí encontrará un libro que despertará su curiosidad sobre una persona que vive en soledad en una reserva costera y que la incentivará a averiguar un poco más sobre la historia.

Julieta Raponi protagoniza Juana Banana.

Con una cámara que sigue todo el día a la protagonista a bordo de su bicicleta, Matías Szulanski construye un relato sobre un personaje de singulares características. Juana Banana es una chica rara, vive su vida bastante despreocupada, sin un destino claro. Se replantea su vida y sus proyectos cuando habla con Esteban (el propio Matías Szulanski) su amigo más confidente, quien no tiene reparos en decirle lo que opina sobre los textos que escribe y sobre lo que hace con su vida. También le suceden desgracias inesperadas, como lastimarse un pie en un toro mecánico en el casamiento de su cuñada, separarse de su inestable e inmaduro novio, hasta asistir erroneamente a un casting de mujeres asiáticas.

Pero más allá de seguir el derrotero de la joven ante estas situaciones absurdas y extrañas (lugar común de las películas de Szulanski), Juana Banana se destaca por ser una película simple, dinámica y vertiginosa. Julieta Raponi logra que Juana sea un simpático personaje que hace todo apresurado: come y habla rápido, emite carcajadas nerviosas que exasperan por momentos y pedalea raudamente por lugares característicos de Villa Crespo, que solo relajará cuando encuentre el libro que le permite poner un freno, reflexionar y volver escaparse corriendo de todo lo que le hace mal.

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