Este jueves se estrena en el Cine Gaumont y espacios INCAA, la ópera prima de Vanina Spataro presentada en el Festival de Málaga y en La Mujer y El Cine.
Para escapar de un pasado o sanar las heridas de una relación fallida, las playas remotas o fuera de temporada son el espacio ideal, transformándose en un espacio físico muy utilizado dentro dentro del cine. Este es el caso de Maite (Sofía Palomino), quien se dirige a las costas uruguayas para refugiarse en la casa de veraneo de su tía tras romper con su pareja.
Lla película de Vanina Spataro se enfoca en la interacción de Maite con una diversa y peculiar galería de personajes locales. Entre ellos se encuentran un joven guardavidas (Lautaro Bettoni), una doctora jubilada y extrovertida (Maiamar Abrodos), una mujer insatisfecha en su matrimonio (Romina Peluffo) y un solitario casero apasionado por la pintura (Alfonso Tort). La llegada de Maite altera la rutina del lugar, sumergiéndola en un microcosmos donde la solidaridad se mezclan con situaciones iverosímiles, chusmerios de barrio y secretos que se revelan (otros que no).
El inesperado giro que trae la aparición de un marinero con amnesia añade una dimensión de misterio a la historia, pero la verdadera fortaleza de Naufragios reside en su capacidad para explorar las conexiones humanas en un entorno aislado. A través de la interacción de estos personajes únicos, la película destaca cómo incluso en los lugares más remotos, las relaciones pueden ofrecer consuelo y sentido a nuestras vidas.