Llegó a la plataforma streaming HBO Max, la segunda parte de la película creada por el director uruguayo Federico Alvárez.
En 2016, se estrenó en cines No Respires, una novedosa película de suspenso que seguía la historia de un hombre mayor ciego, ex Seal Commando, que era víctima de la irrupción en su casa de tres novatos ladrones que buscaban hacerse de una importante suma de dinero oculta en la casa. Subestimada en su momento (estuvo poco en cartelera argentina), con el tiempo se ganó la consideración del público con una trama realmente atractiva, un concepto del silencio absoluto y amenaza ante el mínimo ruido que luego sería potenciado por A Quiel Place y un giro alucinante que nadie vio venir; la película se hizo tan popular que obligó a los creadores a hacer una continuación de la película.
Esta secuela tiene lugar después de los eventos de la primera película de la serie. Aquí vemos cómo Norman Nordstorm (Stephen Lang), también conocido como «el hombre ciego», sobrevivió después de ser gravemente herido. Ahora tiene una hija, Phoenix (Madelyn Grace), con quien es muy posesivo y no la deja salir. En el medio de un bosque, Norman entrena a Phoenix para sobrevivir a posibles situaciones límites. También le ha dicho a la niña que su madre murió cuando toda su casa se incendió y quedó atrapada entre las llamas. En la película anterior, ya vimos que Norman perdió a su hija en un accidente automovilístico y secuestró a la chica que conducía ese automóvil, intentó embarazarla, pero ella escapó de allí. Entonces, después de mucho tiempo, Norman ha encontrado una hija y no quiere perderla. Pero un día sale a jugar con Hernández (Stephanie Arcila), su socia y amiga. Mientras regresaba a casa, una persona desconocida junto a un grupo de hombres las siguió a su casa y comenzará la lucha para sobrevivir al ataque de los malvivientes, quienes esconden un secreto relacionado con Phoenix y su pasado.
Esta película invita a ver la continuación de la vida de Norman Nordstorm. En esta ocasión, director y guionista (la anterior la dirigió el uruguayo Fede Alvárez ahora es Rodo Sayagues, socio en la escritura) quieren mostrar una nueva imagen de «el hombre ciego», protagonista puro del relato, porque en la primera película no era absoluta su presencia, era una lucha por la supervivencia de los jóvenes delincuentes que se transforman en la presa de Norman. Ese giro ingenioso aquí no está, aunque se intente poner con la historia de uno de los invasores y su relación con Phoenix y su pasado.
La gran sorpresa esta vez está en el trabajo de cámara; acrobática y fluida durante las escenas tensas, especialmente en un plano secuencia de Phoenix está tratando de esconderse dentro de la caza. La sensación del público de contener la respiración durante otras escenas tensas no es tan fuerte como en la primera película, esta vez el director elige sacudirnos a través de la violencia explícita y sádica. A las escenas de alto impacto se le suma un ritmo frenético, villanos sin matices, malvados en su totalidad, con un objetivo siniestro del que no piensan despegarse. Potenciado por la actuación Stephen Lang, quien nuevamente carga al personaje de sentimientos genuinos pero esta vez con escenas corporales muchos más brutales y aterradoras que la anterior, perfectamente secundado por la debutante Madelyn Grace, quien sorprende en los momentos de persecución y en los de mayor violencia.