[Reseña] ¡Nop! de Jordan Peele.

Nuestra puntuación

Con una historia de ciencia ficción y terror, llega este jueves a los cines la tercera película del director de Gey Out y Us.

¡Nop! (Nope, Estados Unidos/2022). Guion y dirección: Jordan Peele. Protagonistas: Daniel Kaluuya, Keke Palmer, Steven Yeun, Brandon Perea, Michael Wincott, Keith David y Wrenn Schmidt. Fotografía: Hoyte Van Hoytema. Edición: Nicholas Monsour. Música: Michael Abels. Distribuidora: UIP (Universal). Duración: 130 minutos.

Perteneciente a la camada del «elevation horror», Jordan Peele marca una diferencia en relación a los demás, la calidad de sus películas se traspasa a la taquilla. Es así que con muy bajos presupuestos (Get Out solo costó U$S 4.500.000 y recaudó U$S 255.000.000; mientras Us, U&S 20.000.000 y $ 254.000.000) sus películas logran tener llegada en el público. El éxito en las boleterías y la recepción de la crítica especializada hizo que su primera película goce con el privilegio de ser una de las pocas películas de terror en alzarse con un Óscar (Get Out a Mejor Guión Original). Aunque vale la pena resaltar que su segunda película fue dejada de lado, sobre todo Lupita Nyong’o, quien brindaba una aterradora doble actuación.

Al igual que en Get Out, Daniel Kaluuya vuelve a protagonizar la nueva película de Jordan Peele.

En la tercera película de Jordan Peele seguimos la historia de dos hermanos, Otis ‘OJ’ Haywood (Daniel Kaluuya) y Emerald Haywood (Keke Palmer). Ambos siguen el legado de una familia de adiestradores de caballos para películas y programas de televisión en Hollywood (el único rancho propiedad de negros que lo hace). Su carta de presentación principal es ser descendientes directos del jinete anónimo de «El caballo en movimiento» de Eadweard Muybridge, la famosa secuencia fotográfica que serviría de puntapié inicial para la creación del cinematógrafo.

Su padre, Otis Sr. (Keith David), muere en un incidente extraño en el que llueven objetos metálicos del cielo, una moneda de cinco centavos lo golpea en la cabeza y lo mata. A partir del deceso el rancho comienza a tener problemas financieros. Emerald, nunca se vio realmente a sí misma como parte del negocio familiar, por lo que intenta ingresar a Hollywood por varios medios, mientras que OJ lucha por mantener el rancho unido por lo que comienza a vender los caballos al propietario del parque temático cercano, Ricky (Steve Yeun), un ex niño prodigio de la televisión, más recordado por un hecho trágico con el chimpancé que protagonizaba el programa, que por sus papeles protagónicos.

Keke Palmer se luce en !Nop! de Jordan Peele.

El destino de los hermanos parece cambiar cuando descubren la presencia de un OVNI en los cielos sobre el rancho, uno oportunidad para la fama de Emerald y un medio para salvar los problemas fiscales del rancho. Junto con un empleado especialista en cámaras de suguridad, Angel Torres (Brandon Perea) y el director de fotografía, Antlers Holst (Michael Wincott), idean un plan para encontrar la forma de vida alienígena y capturarla en una película. Allí aparecerá el concepto principal de la nueva obra de Jordan Peele cuando, para poder filmar a la criatura voladora deberán hacerse de máquinas que no dependan de la energía eléctrica. De esta manera, las viejas formas de hacer cine aparecerán en escena, así como el consumo audiovisual. La carismática interpretación de Keke Palmer, como la soñadora Emerald y la incómoda tensión que transmite Daniel Kaluuya, hacen el resto, acompañados con una galería de simpáticos personajes secundarios que van apareciendo en escena (sobre todo el director, un ácido y delirante personaje interpretado por Michael Wincoott).

Con momentos perturbadores, que se mezclan con diálogos irreverentes y situaciones absurdas que le dan un toque humorístico a la película (sello del director), ¡Nop! tiene guiños a películas como La Guerra de los Mundos, Señales de Shyamanlan o las películas de ciencia ficción de los años 50; las abducciones y los platos voladores se mezclan con el western para rendir homenaje a un viejo cine que no necesitaba de una pantalla verde y del CGI para construir el elemento fantástico, salvo el OVNI, cuya extraña forma tiene relación con la invasión de las nuevas herramientas tecnológicas para hacer cine. Imprimiendo al film una lectura más profunda de lo que a simple vista se muestra como una película de ciencia ficción y hace que la película se transforme en una de las producciones más fascinantes del 2022.

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