Luego de su Premiere Mundial en el BAFICI 2022, llega a los cines la nueva película del director de Los del suelo y Desequilibrados.
QUE TODO SE DETENGA (Argentina/2022). Guión y dirección: Juan Baldana. Novela de Gonzalo Unamuno. Elenco: Gerardo Otero, Natalia Dalena, Alan Sabbagh, María Canale, Martina Garello, Lucas Martínez. Participación Especial de Luis Ziembrowski y Claudio Tolcachir. Producción ejecutiva: Maxi Dubois. Miranda De Sa Souza. Juan Baldana. Producción: Pedro Dapello. Tamara Savia. Dirección de Arte y Vestuario: Lucila Presa. Guion: Juan Baldana. Dirección de Fotografía y cámara: Fernando Lorenzale. Cámara 2. Santiago López Basualdo. Montaje: Pablo Di Bitonto. Asistente de Montaje: Ivan Baldana. Corrección de color y Trucas: Leo Aramburu
Basada en la novela homónima de Gonzalo Unamuno, el film sigue la historia de la crisis de una persona de mediana edad. Ya sea como tema central o tangencial, de forma explícita, y más o menos realista, o alegóricamente, los 40 es una edad que conlleva algunos elementos dramáticos muy interesante para contar dentro del cine. La cuestión pura del paso del tiempo ya es interesante, tanto por el envejecimiento como por hablar de madurar o por el recuerdo de los días que no volverán, además suele implicar problemas de pareja, que también son muy jugosos, donde también entran en juego cuestiones laborales o vocacionales.
Germán Baraja (Gerardo Otero) es un hombre de 40 años. Pesimista, fracasado, nihilista; es escritor y sobrevive a duras penas trabajando free lance para una revista francesa pero su único deseo es renunciar. La desilusión política y social, largas horas de encierro, abatimiento, el regreso a la droga, una supuesta paternidad de la que no se hace cargo, la violencia omnipresente de alguien que ya no cree en nada ni en nadie y arremete contra todos tanto como contra sí mismo, su no-relación con la madre y su inminente muerte que lo amenaza. La familia de la que reniega se está extinguiendo. Pero Germán intenta darse una última oportunidad e intenta volver con Clara, su ex novia, pero le será cuesta arriba recomponer lo que ha sido una relación enfermiza.

En Que Todo Se Detenga, al igual que American Beauty (otra película sobre la crisis de los 40), la problemática se presenta de manera directa y representativa. La diferencia radica en que en la película de Sam Mendes, el personaje de Kevin Spacey tiene 42, está casado y con una hija adolescente, atascado en la rutina con su matrimonio y su trabajo, añorando sus días felices de juventud. Pero se ve que la crisis cruza a ambos personajes, ya que comparten un sentimiento de que su vida va, por inercia, en una dirección que detestan. Crisis que tiene mucho más sentido en la sociedad moderna que vivimos en las últimas décadas, con el ascenso social averiado y un oscuro pesimismo sobre el futuro.
En el transcurso de los días Germán tendrá sexo casual con una mujer a la que dejará embarazada, a un viejo amigo de militancia que trabaja en la política («todo los inútiles trabajan en la política» reflexiona despectivamente Germán); discutirá con su hermana sobre la visita a su madre con problemas de salud: recordará su infancia, con una posible situación de abuso oculta; también se sentará a reflexionar con un desagradable y extraño vecino del edificio. Los diálogos servirán para que el personaje reflexione sobre el consumismo, del peronismo, el macrismo, la propaganda, los medios y los vínculos familiares; siempre con un pesimismo y una mirada filosa sobre la sociedad que lo rodea. Pero no solo es destructivo con su entorno, también lo es consigo mismo, boicoteándose un proyecto personal inconcluso de Germán («a nadie le interesa lo que escribo» expresa más de una vez).
Por momentos, la solución que encuentra Germán para escapar de su angustia (si es que puede) es encerrarse en su oscuro departamento o en el baño de un bar a consumir cocaína. Pero más que a un adicto a las drogas en Que Todo Se Detenga vemos una ruptura absoluta de un ser revulsivo (y a veces repulsivo), que en sus reflexiones internas hace una catarsis necesaria para que el barco siga marchando en alguna dirección. Con opiniones incorrectamente políticas, polémicas y transgresoras, es una película que hace ruido, más allá de la posición política partidaria e ideológica que tengamos.