Saturday Night: La Comedia que Revive el Origen de una Leyenda

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Dentro de la Competencia Internacional del 39° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, se proyectó la nueva película del director de Juno y Up in The air, entre otras.

Jason Reitman nos lleva detrás de escena de una de las noches más importantes en la historia de la televisión con Saturday Night, una de las comedias más sorprendentes del 2024. La película recrea los 90 minutos previos a la primera emisión de Saturday Night Live en 1975, capturando el nerviosismo, la tensión y la chispa creativa que dio origen al programa que revolucionaría la comedia televisiva.

Con un reparto tan extenso como brillante, más de 80 actores dan vida a este homenaje, logrando que cada personaje brille en su momento. Gabriel LaBelle, Dylan O’Brien, Cory Michael Smith, Lamorne Morris y Rachel Sennott encabezan el elenco con actuaciones cautivadoras, mientras que secundarios como Ella Hunt, Cooper Hoffman y Emily Fairn aportan carisma y profundidad. Incluso estrellas de renombre como Willem Dafoe y J.K. Simmons se suman a este ambicioso proyecto, aportando un toque especial a una historia que celebra tanto la comedia como a sus creadores.

Reitman, con la colaboración de Gil Kenan, nos ofrece una dirección que mezcla precisión técnica con un afecto evidente por el material que retrata. Si bien la película toma ciertas licencias artísticas, logra capturar la esencia del momento: el vértigo de no saber si algo innovador será un éxito o un fracaso. Entre guiños al caos creativo y la camaradería de los pioneros del SNL, la película rinde tributo a nombres legendarios como Gilda Radner, John Belushi, Dan Aykroyd y Chevy Chase, mostrando su humanidad y sus miedos en los momentos previos al estrellato.

Saturday Night no es una película perfecta, pero en su imperfección se encuentra su mayor encanto. Más que una recreación histórica, es una oda a la pasión, el esfuerzo colectivo y la magia de hacer reír. Su mayor virtud es el corazón con el que retrata los sueños y miedos de aquellos que, en 1975, estaban a punto de cambiar la televisión para siempre.

Con una dirección madura y actuaciones memorables, Reitman logra una película que no solo homenajea a SNL, sino que también invita al público a celebrar la creatividad, el riesgo y el poder transformador del humor. Una experiencia que, como aquellos primeros sketches, mezcla el caos con la genialidad para dejar una huella inolvidable.

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