The Batman de Matt Reeves.

Nuestra puntuación

Luego de estrenarse en cines, llegó a HBO Max la nueva entrega del hombre murciélago, esta vez protagonizada por Robert Pattinson.

Se puede decir que era la película más esperada del año, sobre todo luego del rumbo que tomó la historia del Hombre Murciélago tras la aparición de la elogiada Joker. La expectativa era saber si esta nueva entrega tendría la misma impronta de la película de Todd Phillips protagonizada por Joaquín Phoenix, quien se llevó todos los premios por su actuación. Suponíamos que si, por que la elección de un actor del calibre de Robert Pattinson y de Matt Reeves en la dirección, responsable de Cloverfield: Monstruo, la versión norteamericana de Let Me In y de las dos últimas películas de la reciente trilogía de El Planeta de los Simios, una de las mejores de los últimos años. Solo quedaba esperar a ver que salía y la misma termina este jueves.

Todo comienza en una Ciudad Gótica en pleno proceso electoral de donde saldrá el nuevo alcalde. Es el 31 de óctubre, toda la gente está en las calles festejando Halloween, pero el clima festivo ciudadano se ve conmovido por la muerte del alcalde saliente. El comisionado Jim Gordon (Jeffrey Wright) se hace presente en la escena del crimen junto a Batman (Robert Pattinson), no solo para aprovechar sus dotes de detective, sino porque en el cadáver hay un sobre dirigido a el héroe encapuchado. A partir de ahí, el Hombre Murciélago deberá resolver los acertijos que el asesino irá dejando, los que lo conducirán no solo hacia el autor de los crímenes, sino a develar una trama de corrupción que involucra a las altas esferas de Ciudad Gótica.

Mientras se suceden los crímenes, el film construye la épica del héroe que busca del camino más apropiado para instaurar el orden en la ciudad. Un Bruce Wayne joven, que aún no tiene claro cual es su destino y reniega de la herencia empresarial paterna; un Batman que recorre las calles por las noches atrapando delincuentes menores pero que ahora es convocado para una ola de crímenes muchos más complejos de resolver. Como en todas las películas del mítico superhéroe son los villanos los principales punto de atracción, y acá, cada uno tienen sus momentos para lucirse: Collin Farrell como El Pingüino, mano derecha del lider mafioso Carmine Falcone, magistralmente interpretado por John Turturro. Lo mismo con Paul Dano, un Acertijo aterrador, con máscara y sin máscara, en una interpretación que recuerda al siniestro John Doe de Seven de David Fincher o al temible Alex Jones que el actor interpretó en Prisoners de Dennis Villeneuve.

Como siempre sucede en sus historias, Batman no solo debe luchar contra ellos, también debe hacerlo contra un sistema corrupto, que involucra a la policía, poder judicial y poder político. En ese marco, solo puede confiar en el Teniente Jim Gordon (aún no es comisionado), interpretado por Jeffrey Wright, quien no solo le da credibilidad al personaje, sino que aporta momentos de irónico humor a la trama que no suenan forzados ni desentonan con la película. Su otra acompañante es Gatubela, interpretada por Zöe Kravitz, quien poco a poco se irá transformando en el deseo amoroso de Batman, donde la tensión sexual se percibe en cada uno de sus encuentros. El mayordomo consejero Alfred esta vez está a cargo de Andy Serkis, quien logra mantener la mística que supo imprimirle Michael Caine al personaje, salvo que esta vez, el tono paternalista que siempre tuvo con Bruce Wayne, encuentra sus diferencias en momentos breves pero intensos.

Párrafo aparte para la gran interpretación de Robert Pattinson con su Bruce Wayne/Batman conflictuado con su pasado y completamente antisocial. «El niño rico que tiene tristeza», más cerca de la impronta que supo darle Ben Affleck pero camino a convertirse en el Bruce Wayne de Christian Bale y aceptar su rol como magnate de Ciudad Gótico. Luchando por saber quien fue el asesino de su padre, Thomas Wayne, y de su madre, Martha Wayne, pero cuyo crímenes cometidos por El Acertijo lo acercarán cada vez más a la verdad. Junto a Pattinson también se luce el clásico Batimóvil, de aspecto muscle car de los años 60, cercano a la estética de Mad Max, más robusto y tosco que en sus versiones anteriores; cuya aparición y posterior persecución, nos entrega la mejor escena de acción de la película.

Esta nueva versión de Batman no es solo una película de superhéroes, es una película de detectives con una estética noir asombrosa, donde cada ingreso del enmascarado a las escenas del crimen tiene un tinte épico y de tensión que recuerdan a los mejores thrillers de asesinos seriales, onda Zodiac. Potenciado por el acompañamiento musical del depresivo Something in the Way de Nirvana en distintas versiones y la permanente lluvia le dan un clima apocalíptico y oscuro fascinante, al estilo Pecados Capitales (Nuevamente, gracias Fincher). Matt Reeves no solo respeta la mística del personaje, sino que refleja la pasión que el director demostraba por el personaje en las entrevistas previas, llevando esta nueva versión de Batman a la altura de las de Christopher Nolan y Tim Burton. Pero con identidad propia, gracias a un relato realista y desgarrador sobre los Estados Unidos contemporánea, donde las redes sociales son un caldo del cultivo de ira incontrolable de los olvidados por el sistema y quienes perdieron la esperanza en la política.

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