Dentro de la Competencia Argentina del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, se proyectó la nueva película del director de Los Globos y El Cuidado de los Otros.
Mariano González continúa consolidándose como una de las voces más personales del cine argentino. En su tercer largometraje nos presenta a Antonio, un adolescente interpretado por Alfonso González Lesca (hijo de Mariano), quien enfrenta una transición marcada por la ausencia y la irresponsabilidad de su padre.
Antonio vive bajo el abandono emocional de Raúl, su padre, interpretado por Juan Minujín, cuya presencia es tan esporádica como problemática. Las pocas apariciones de Raúl no ofrecen apoyo, sino nuevas tensiones, dejando a Antonio al cuidado de una vecina, Eloísa (Camila Peralta), que funge como su verdadera figura de referencia. A pesar de estas carencias, el adolescente encuentra en sus amigos, Lolo y Sofía, una especie de refugio, aunque sus actividades compartidas —robos menores en comercios— lo llevan por un camino tan incierto como su hogar.
Con una cámara que se mantiene cercana y en constante movimiento, la película captura cada detalle del entorno de Antonio, subrayando tanto su vulnerabilidad como su instinto de supervivencia. González construye un relato donde los silencios y los vacíos narrativos hablan tanto como las acciones. Sin sermones ni juicios, muestra cómo un adolescente navega las complejidades de un mundo que le exige madurez antes de tiempo. Antonio no es un simple espectador de su vida; es un joven que toma decisiones, aunque estas lo acerquen a los bordes de la ilegalidad. De esta forma, la narrativa explora la tensión entre lo que desea ser y lo que las circunstancias lo obligan a ser, en un retrato que evoca empatía y tristeza por igual.
El nuevo filme de Mariano González es un golpe al corazón: una mirada cruda pero humana a la adolescencia y las heridas que deja la ausencia de una figura paterna sólida. Alfonso González Lesca entrega una actuación conmovedora que encarna la lucha silenciosa de un joven que busca estabilidad en un contexto que parece negársela. Una obra que, sin grandes artificios, deja una marca profunda y duradera.
Próximas funciones:
ENTRADAS Viernes 22, 19:10 hs., Paseo Aldrey (Sala Aldrey 4)
ENTRADAS Sábado 23, 16:10 hs., Paseo Aldrey (Sala Aldrey 4)