Al Acecho de Francisco D´Eufemia Crítica.

Nuestra puntuación

Luego de su estreno en Cine Ar, llegó a Netflix la película protagonizada por Rodrigo de La Serna.

Rodrigo De La Serna protagoniza este atrapante thriller rural.

Pabo Silva (Rodrigo de la Serna) es trasladado como guardaparque el Parque Pereyra Iraola mientras se le realiza un sumario interno por cuestiones en las que declara ser inocente. Al llegar lo recibe Mario Venandi (Walter Jakob), guardaparque jefe, a quien lo acompañan Camila Márquez (Belen Blanco) y Mariano Rodríguez (Facundo Aquinos). Pablo decide hospedarse en el mismo predio en el que cumple sus funciones. En un recorrido por el inmenso parque encontrará un zorro enjaulado, al cual se lleva a su refugio, pero no lo liberará. Al investigar se dará cuenta que un grupo de cazadores furtivos y traficantes de animales se encuentran operando en la zona. Pero ¿cual será la motivación real que empuja a Pablo a investigar el caso?

El mítico parque ubicado en Berazategui es el espacio elegido para que se desarrolle toda la acción. Nos internaremos en él no solo desde lo visual, también lo haremos desde lo dialéctico, mediante breves diálogos que irán contando historias sobre el lugar. Leyendas sobre una desaparecida virgen de oro en un altar y un supuesto secuestro de una de las hijas de los dueños, la lucha de los quinteros de la zona para que no les quiten las tierras que el gobierno de Perón les cedió para trabajarlas y las ríspideces limitrofes entre el sector militar con los guardaparques, Pero el eje central sobre el que girará la historia será el tráfico de animales en complicidad con gente del parque, lo que hará que Pablo comience tratar de descubrir como funciona la red que opera dentro del parque, aunque sus intereses reales no queden muy claro.

El zorro funciona como metáfora de la personalidad de Pablo, un animal que en esta búsqueda de identidades representa la tensión entre lo salvaje y la civilización pero que se adapta a todos los medios. Siempre asociado a los entornos suburbanos próximos a las granjas y a la gente. Una especie de Robin Hood animal, ladrón por necesidad y que se ve obligado a la marginalidad pero que sobrevive en las fronteras de la civilización.

Sostenido por el sonido ambiente que se mezclará con una débil música de suspenso, la cámara sigue a Pablo de manera casi permanente a través de la investigación de los hechos que se suceden dentro del predio. La duda sobre la verdadera razón por la cual investiga es lo que sostiene la trama, más allá de saber quienes son los que se dedican al tráfico y como funciona el sistema. Eso hace que la tensión vaya en aumento a medida que el film avance. Sumado a la característica intensidad que Rodrigo De La Serna le imprime a sus actuaciones, algo que se ve nivelada con el ritmo pausado que acompañará todo el relato hasta su explosión final.

Al Acecho pertenece a una familia de thrillers rurales de muy buena calidad que el cine argentino viene produciendo en los últimos años, como La Creciente de Franco González o El Silencio del Cazador de Martín Di Salvo. Películas donde lo inhóspito del lugar y la espesura de los bosques permiten que la reglas queden difusas y los negocios turbios afloren en manos de personajes oscuros, en un terreno donde pesa la ley del más fuerte y la impunidad es moneda corriente.

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