Protagonizada por Jason Statham, este jueves se estrena en cines, la nueva película del director de la primera entrega de Escuadrón Suicida, Corazones de Hierro y Los Reyes de la Calle.
Luego del fracaso en la primera entrega de Escuadrón Suicida, David Ayer se había embarcado en poder solucionar el daño exigiendo que salga el corte del director, donde, supuestamente, se vería la real versión que el cineasta intentó llevar adelante. La lucha fue en vano, por eso que se embarcó en reivindicar su prometedora carrera volviendo al cine de acción puro. Responsable de buenos productos, como Corazones de Hierro (Fury), En la mira o Reyes de la Calle, esta vez suma a su elenco a un referente del género, como Jason Statham para volver al terreno que mejor que conoce y con el que tuvo más aceptación..
La historia sigue a Adam Clay (Jason Statham), un solitario que tiene una profunda conexión con la cría de abejas y se dedica a mejorar su entorno. Su vecina, Eloise Parker (Phylicia Rashad), agradece su constante ayuda a lo largo del tiempo. Sin embargo, Parker se enfrenta a un problema inesperado que escapa del alcance de Clay para ayudar. La trama se complica cuando la computadora portátil de Parker muestra un mensaje urgente, llevándola a caer en una estafa dirigida a adultos mayores que buscan soporte técnico. Tras autorizar el acceso a supuestos expertos de United Data Group, las cuentas de Parker quedan en cero, sumiéndola en una tragedia. La situación llama la atención de la hija de Parker, la agente del FBI Verona Parker (Emmy Raver-Lampman), quien inicialmente sospecha de Clay.
A medida que los resultados del laboratorio criminalístico revelan la inocencia de Clay, ambos se enfrentan al impacto del engaño sufrido por la anciana. Decididos a buscar justicia, Verona y Clay siguen caminos separados. Mientras la agente y su colega Matt Wiley (Bobby Naderi) investigan la conexión con United Data Group, Clay se adentra en el mundo de los estafadores. En paralelo, Mickey Garnett (David Witts) y Derek Danforth (Josh Hutcherson) emergen como los cerebros detrás de la estafa. Garnett lidera un centro de llamadas, mientras que Danforth, supervisado por el exdirector de la CIA Wallace Westwyld (Jeremy Irons), utiliza algoritmos de minería de datos para su beneficio. La trama explora las repercusiones de la codicia de Danforth, un personaje arrogante y aparentemente irredimible.
Clay enfrenta una serie de oponentes, resaltando su habilidad única y mostrando ser implacable. Sin embargo, la verdadera prueba llega en la pelea final contra el nuevo empleado de Westwyld, Lazarus (Taylor James). A pesar de la irritación causada por la constante falta de preparación de los antagonistas, la película ofrece una mezcla de acción y humor. Jason Statham convierte a Clay en un personaje simpático, a pesar de su tranquila determinación, que poco a poco se convertirá en un héroe inesperado. La película deja la puerta abierta para futuras entregas, sugiriendo que el programa Beekeeper de Clay podría convertirse en un formidable rival para series como John Wick. El espectador queda a la espera de lo que depara el futuro.