Se estrenó en cines argentinos, la película de acción bélica protagonizada por Liam Hemsworth y Russel Crowe.
A la tendencia de películas modernas que buscan revivir la estética y el espíritu de los filmes de los años noventa se suma Rescate Imposible. La película revela su intención de emular ese estilo sin esforzarse por ofrecer algo novedoso. La trama, que sigue a un batallón en una zona de guerra donde todo sale mal, se siente como un «copy paste» de numerosas películas de guerra, lo que resulta en una ejecución genérica y sin sorpresas. A pesar de ello, la película logra destacarse en algunas escenas de acción bien realizadas.
«Rescate Imposible» sigue la historia de Kinney (Liam Hemsworth) y su equipo militar, quienes se ven atrapados en una emboscada durante una misión. Kinney, apodado Playboy, debe luchar por sobrevivir en territorio hostil con la ayuda del piloto de drones Reaper, interpretado por Russell Crowe. Sin embargo, la previsibilidad de la trama limita la capacidad de sorpresa y emoción de la película, aunque logra destacar en algunos momentos de acción bien logrados.
El mayor obstáculo de Rescate Imposible radica en su guion extremadamente genérico, carente de suspenso y giros argumentales. Aunque hay momentos impactantes, como la decapitación de una persona inocente, estos son escasos y no logran compensar la falta de originalidad en la narrativa. Además, la desconexión entre las escenas de combate y las de la base militar contribuye a la sensación de incoherencia en la película.
Hemsworth aporta carisma al papel de Kinney, aunque se queda lejos del potencial de otros protagonistas de acción. Por su parte, Crowe se destaca como un personaje obsesionado con su trabajo, proporcionando un respiro de originalidad en un elenco mayormente genérico, que aunque carezca de una identidad clara, logra algunos momentos destacados en medio de la acción, resaltando una tensa escena con un perro como uno de los mejores momentos de la película.