Dentro de la Competencia Internacional del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, se proyectó la última película de Matías Lucchesi.
Una casa puede ser mucho más que ladrillos y cemento. Para los hermanos protagonistas, el viejo caserón en Villa Carlos Paz simboliza tanto un peso económico como un refugio cargado de memorias familiares. Marcela (Paola Barrientos), una arquitecta exitosa en Estados Unidos, y Claudio (Alfonso Tort), un aspirante a director teatral buscando inspiración, regresan con la intención de vender la propiedad para un ambicioso proyecto inmobiliario. Pero su plan choca con la resistencia de Ramón (Alvin Astorga), el fiel casero que ha habitado y cuidado el lugar por más de dos décadas. Durante su estancia, descubren que Ramón no solo ha hecho uso de las instalaciones, sino que ha alquilado la pileta para clases de buceo y una habitación para ensayos de teatro de revista, transformando la casa en un espacio comunitario y de creación.
El Casero aborda no solo el choque entre lo práctico y lo emocional, sino también una discusión más profunda sobre la propiedad privada y las tensiones de clase. Ramón, representante de una clase trabajadora que vive en función de los espacios que cuida pero que nunca posee, se enfrenta a los hermanos, símbolos de una clase media-alta que percibe el caserón como un bien transaccional, desligado de la historia afectiva que encierra. ¿Quién tiene más derecho sobre el hogar: quienes lo heredan o quienes lo habitan y protegen?
El relato utiliza estas tensiones como motor para explorar temas universales como el desarraigo, el apego al pasado y las contradicciones que surgen entre las diferentes percepciones del valor, sean materiales o emocionales. Las actividades impulsadas por Ramón convierten la casa en un lugar vivo, haciendo que la disputa no sea solo sobre posesión, sino también sobre el significado y la utilidad de un espacio que trasciende el ámbito personal.
Con actuaciones matizadas y una narrativa que combina drama y humor incómodo, El Casero nos invita a reflexionar sobre la propiedad, las luchas de clases y el significado del hogar. En un mundo donde lo moderno a menudo arrasa con lo tradicional, surge la pregunta: ¿qué merece ser preservado y a quién realmente pertenece el pasado?
Funciones:
ENTRADAS Martes 26, 19:00 hs., Teatro Auditorium (Sala Astor Piazzolla)
ENTRADAS Miércoles 27, 14:30 hs., Teatro Auditorium (Sala Astor Piazzolla)