Este jueves se estrena en cines la nueva película de Luis Ortega director de Caja negra, Monobloc, Los santos sucios, Verano maldito, Dromómanos, Lulú y El Ángel.
Luis Ortega regresa al cine seis años después de El Ángel, con la ambiciosa y esperada “El Jockey”. Tras el éxito rotundo de su anterior película, tanto en taquilla como entre la crítica, Ortega enfrenta el desafío de superarse, esta vez acompañado nuevamente por Rodolfo Palacios en el guión, con el agregado de Fabián Casas (colaborador en los filmes de Lisandro Alonso como Eureka y Jauja).
La película sigue la vida de Remo (interpretado magistralmente por Nahuel Pérez Biscayart), un jockey legendario. Pero sus tendencias autodestructivas comienzan a opacar su talento y ponen en peligro su relación con Abril (Ursula Corberó), su novia y compañera de equipo. El día de la carrera más crucial de su vida, que podría liberarlo de las deudas que tiene con su jefe mafioso Sirena, sufre un accidente grave. Desaparece misteriosamente del hospital y comienza a vagar por las calles de Buenos Aires. Sin la carga de su antigua identidad, empieza a descubrir quién está realmente destinado a ser. Sin embargo, Sirena no se da por vencido: lo busca incansablemente, ya sea vivo o muerto.
«El Jockey» se desarrolla en una atmósfera colorida, con personajes fríos, rígidos e inexpresivos, muy propio del universo del cineasta finlandés Aki Kaurismäki (Timo Salminen, habitual colaborador del finlandés es el director de fotografía). La película no solo explora los traumas del pasado y el abuso de poder, sino también temas como la identidad sexual y las nuevas dinámicas familiares, siempre desde un enfoque simbólico y con toques de humor negro, donde Ortega evita los golpes bajos al abordar temas complejos como el abuso infantil, optando por lo sugerente, lo que eleva el tono de la obra.
Uno de los aspectos más llamativos es su extraordinario uso de la música. Desde la hipnótica mezcla de temas de Virus y Acid Arabia (con baile incluido), hasta el tango con figuras como Gardel, Piazzolla y Pugliese, la banda sonora actúa como un personaje más en esta travesía emocional. Hay también momentos nostálgicos con canciones de Sandro, Palito Ortega, Piero, Nino Bravo y Leo Dan, que aportan un fuerte contraste a la intensidad visual.
En cuanto al reparto, Nahuel Pérez Biscayart brilla como el conflictuado y roto Remo, quien evoluciona de una figura rebelde hacia un personaje reflexivo al final del filme. Junto a él, destacadas interpretaciones del mexicano Daniel Giménez Cacho, como el jefe mafioso; de Roberto Carnaghi, Osmar Nuñez y Daniel Fanego como los veteranos matones. También de Úrsula Corberó, Mariana Di Girolamo, Luis Sziembroski, Roly Serrano y Adriana Aguirre refuerzan el carácter coral de la historia.
«El Jockey» es una obra hipnótica y valiente, que confirma a Luis Ortega como uno de los cineastas más creativos del cine argentino actual. Con influencias de maestros como Leonardo Favio, Tarantino y el propio Kaurismäki, Ortega construye una película abrumadora y espontánea; de una imaginería artística admirable, donde lo onírico y lo simbólico se fusionan para tratar temas tan contemporáneos como ancestrales, sobre la búsqueda de identidad y la liberación personal.