En el marco del Festival Internacional de Cine Independiente de Cosquín tuvo su preestreno el documental que reconstruye la historia de uno de los emblemas de la música popular argentina.
Emblema de la cultura argentina y latino americana, las canciones de Daniel Toro quedaron atesoradas en el corazón del pueblo con una vigencia indiscutible. Al frente de Los Nombradores, sus melodías fueron y siguen siendo reversionadas una y mil veces. Artistas contemporáneos de la talla de Abel Pintos, Diego Torres y Mercedes Sosa resaltan su importancia dentro de la música popular argentina, canciones se entonan desde hace décadas con una vigencia indiscutible. Durante la dictadura cívico-militar argentina del 1976 a 1983), Daniel Toro integró las listas negras y sus canciones fueron prohibidas. En esa época, para evitar la censura, utilizó el seudónimo de Casimiro Cobos. En ese período sufrió en 1979 un cáncer de garganta que le hizo perder la voz. Por esa razón debió dejar de cantar muchos años, hasta que en 1985 volvió a los escenarios.
El documental funciona como un retrato sobre la expresión de este valioso artista popular que nos ha enriquecido a todos. A través de un seguimiento que hace su hija, Daniela Toro, recorre su prolífica carrera, desde su aparición en el Festival Nacional de Folklore de Cosquín hasta la actualidad. Su legado quedó en canciones como Zamba para olvidarte, El Antigal, Cuando tenga la tierra, y otros grandes clásicos de la música argentina. Muchas de esas canciones son interpretadas por su hija, acompañada por una bailarina y hasta por Diego Torres, a través de un zoom.
Las letras y la composición excelsa de la música se entremezcla con la hermosa fotografía del paisaje salteño, lo que logra que el documental no solo sea sobre el artista sino sobre el legado que este dejó en su tierra, en sus hijos y en cada uno de los músicos que veneran la importancia de Daniel Toro en la cultura nacional. Testimonios de referentes como Víctor Heredia, Teresa Parodi, Abel Pintos, Diego Torres y otros artistas del folcklore dan cuenta de la importancia de su figura como músico y compositor.Para el final, como frutilla del postre, el documental cierra con la canción con la que comienza el film pero en una versión cantada por la potente voz de Ricardo Mollo, como una muestra de que su música y sus letras trascienden el género, como muestra del legado imborrable que deja en la cultura nacional.
Simple y directa, El Nombrador, no solo reivindica al artista, también nos habla de la huella imborrable que dejan, no solo en lo musical sino en lo personal. Una hija que no solo rescata al músico, sino a la persona; aquel que le pasó la pasión de la música a sus cinco hijos que supieron recoger el guante para llevar con hidalguía y sentimiento las palabras de su padre hechas canciones.
Muy buen post. Gracias por compartirlo.