Este jueves se estrena en cines la película finlandesa de terror sobre una madre que debe afrontar la trágica muerte de un hijo.
Rachel (Teresa Palmer) es una madre que sufre la pérdida de uno de sus mellizos, Nathan (Tristan Ruggeri). Junto a Anthony (Steven Cree), su marido, luchan por continuar como padre y madre de su hijo sobreviviente Elliot (también Ruggeri), mientras sostienen su matrimonio. Los tres deciden mudarse de Nueva York a Finlandia, en la casa de la infancia de su esposo. Allí, Rachael no solo deberá superar los obstáculos culturales que conlleva mudarse al pequeño pueblo, sino que deberá sufrir por los recuerdos de su difunto hijo, mientras el que vive comienza a actuar de manera extraña.
Aunque lleva un tiempo encontrar el ritmo, en el inicio, Gemelo Siniestro presenta elementos atractivos sobre la exploración del duelo familiar. Pero sorprendentemente, lo que parecía ser un asunto más denso pega un giro para apoyarse en los aspectos paganos del pueblo rural donde está ambientada, enfocándose hacia un plano folk-horror, donde la atmósfera pueblerina se hace cargo de la escena principal. Allí aparecerán extraños habitantes del pueblo, un culto satánico y una supuesta posesión hace que los aspectos más dolorosos y psicológicos quedan a un costado.
El resto se basa en vueltas de tueca para seguir adelante y sorprender al espectador, con algunas ideas interesantes que nunca terminan de desarrollarse lo suficiente pero que no arruinan el resultado final. Por eso, con todos los detalles que uno le pueda encontrar a Gemelo Siniestro es una idea prolija que mezcla una tragedia familiar con algunos sorpresivos secretos que se revelan al final para terminar cerrando un digno thriller psicológico sobre el trauma y la locura..