En la Competencia Argentina del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, on line y gratuito, se estrenó el documental que retoma la historia de la ópera prima de la directora.
Toia Bonino sorprendió en el año 2017 con «Orione«, un documental donde narraba la vida y asesinato de Ale Robles, un joven del barrio Don Orione, a través de la visión de su madre. Esta vez vuelve al tema pero desde la versión de los hechos que surgen de los testimonios de su hermano, Leo, quien estuvo detenido 14 años y ahora en libertad, sueña con vengar la muerte de Ale.
Como un alegórica imagen del reposo del guerrero, mientras flota en una pileta, el film recoge los testimonios de Leo, a punto de cumplir cuarenta años en la calma de su hogar. Pero toda esa calma con se corresponde con los relatos en off del hermano de Ale, ya que carga dentro suyo un deseo de venganza que lo atormenta y le impide disfrutar a pleno de la paz del hogar.
Mientras relata ese deseo, también cuenta cómo fueron sus días en la cárcel, cómo sobrevivió y las condiciones en las que vivían. Imágenes de archivo, filmes familiares, relatos a cámara desde un celular con testimonios de la hija de Leo o la ex novia de Ale, contextualizan el documental. Pero también se suman tomas desde el penal, que no solo construye el pasado de Ale, sino también el presente de Ale. Uno lleno de angustia, bronca y deseo de cerrar la herida por la muerte de su hermano, de quien no pudo despedirse.
En Orione, Toia Bonino sorprendió con un documento social impactante sobre el dolor de una madre por la pérdida de un hijo que no supo como mantenerse dentro de la legalidad. En La Sangre en el Ojo nuevamente retoma el estilo observacional para configurar el dolor de un hermano que tomó el mismo camino, pero que pagó sus deudas con la ley, aunque las marcas imborrables de un duro pasado perduran en su mente y en sus palabras.