Los Ojos de Tammy Faye de Michael Showalter.

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Se estrena en cines argentinos la biopic que retrata el ascenso y la caida de la evangelista Tammy Faye Messner.

Los programas evangelistas tuvieron un gran crecimiento a finales de los sesenta con la aparición del mítico The Club 700, conducido por Pat Robertson (quienes ya superamos los 40 recordaremos en los 80 que se emitía por canal 9). En paralelo a ese programa surgió The PTL Club (Praise The Lord que significa Alabado sea el Señor), que se emitió entre 1974 y 1987 en los que Jim Bakker ofrecía una gran variedad entrevistas y sermones. Por su lado su esposa Tammy Faye, quien lucía exhuberantes peinados y su maquillaje exagerado, complementaba los sermones de Jim con canciones para Jesús. El programa llegó a contar con una audiencia de 13 millones de espectadores en los años 80, pero salió del aire cuando Jim Bakker fue acusado y condenado a 45 años de prisión por estafa y malversación de los fondos del PTL con la construcción del Heritage USA, un parque acuático, parque temático y complejo residencial de temática cristiana estadounidense en Fort Mill, Carolina del Sur. Tammy Faye siempre trató de volver al ruedo pero nunca fue lo mismo para ella luego del escándalo en el que se vio envuelta. 

Los Ojos de Tammy Faye es el segundo largometraje que sale sobre el personaje, luego del documental con el mismo nombre del año 2000, dirigido por Fenton Bailey y Randy Barbato. En aquella cinta ya se mostraba una mirada romántica, hasta inocente sobre la polémica teleevangelista. Michael Showalter tomó el guión y nos trae la ficción protagonizada por la nominada al Óscar, Jessica Chastain como Tammy Faye y Andrew Garfield como Jim Bakker, el predicador. El guión de Abe Sylvia rastrea el viaje de Tammy Faye desde una educación opresivamente religiosa en Minnesota (al principio, no se le permite ir a la iglesia porque les recuerda a los feligreses el divorcio de su madre) hasta llegar a la fama televisiva. Después de casarse con Jim Bakker (Andrew Garfield) en la universidad bíblica, la pareja salió a la carretera como predicadores ambulantes con un mensaje del que se burló la divertida mamá de Tammy Faye (Cherry Jones): Dios es bueno, pero también lo es ganar mucho dinero. 

Jessica Chastain es «Tammy Faye Bakker» y Andrew Garfield es «Jim Bakker» en Los Ojos de Tammy Faye. Photo by Daniel McFadden. © 2021 20th Century Studios All Rights Reserved

Inmersa en un pesado maquillaje, Jessica Chastain proyecta la extravagancia de la desacreditada evangelista de la televisión estadounidense Tammy Faye Bakker y profundiza en su personaje a través de su comprometida actuación. Por momentos parece reirse de los aspectos absurdos y ridículos de su heroína, en otros trata de entender qué es lo que realmente la hace funcionar. Una actuación que comprende y toma cada uno de los detalles de «la inocente» Tammy Faye, aún en su permanente adicción a a la Coca-Cola Light. Andrew Garfield también captura el carisma de Jim Bakker, pero en realidad nunca se mete en la piel de un hombre profundamente hipócrita destruido por su propia codicia y egoismo, con una aparente homosexualidad reprimida.

Los Ojos de Tammy Faye muestra la rebeldía y buenas intenciones de la evangelista, con escenas conmovedoras como la empática entrevista de 1986 con «un paciente de SIDA» en tiempos donde la enfermedad era solo relacionada con la excluida comunidad homosexual. La desvincula de la parte delictiva y nos da una mirada que roza lo caricaturesco y burlón, empujada al consumismo por un pasado lleno de carencias (afectivas y económicas) y siempre ajena a los desmanejos de su marido; una perspectiva que puede generar controversias sobre ella, pero que, como espectadores vamos a tener que aceptar porque, al fin y al cabo, el film es la mirada maquillada de Tammy Faye.

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