Antes de su estreno en la plataforma MUBI, llega a la sala Lugones la película ganadora del premio del jurado en el Festival de Cannes 2021.
«Suena como una bola de hormigón en un recipiente de metal cayendo al suelo». Así describe la botánica Jessica (Tilda Swinton) el sonido que la persigue desde que lo escuchó. Aparte del espectador y la protagonista, nadie escucha los golpes sordos que parecen un cuerpo extraño en la película. A medida que avanza el relato, los fuertes golpes se vuelven más frecuentes y Jessica cree que se está volviendo loca. Con cada explosión, Memoria se vuelve un poco más inquietante y nada es previsible, solo el director sabe adónde ir.
El cineasta ganador de Cannes por El tío Boonmee que recuerda sus vidas pasadas, Apichatpong Weerasethakul rueda por primera vez fuera de su Tailandia natal, pero su estilo letra permanece inalterable, ya que su primera película en lengua extranjera es también cine lento, que pone al espectador en estado de trance. En cuestión de segundos, el director convierte las idílicas y veraniegas montañas de Bogotá, Colombia, en un impredecible lugar de suspenso, donde una búsqueda meditativa del origen de un estallido traspasa los límites de la percepción. Weerasethakul logra esto a través de imágenes suaves con extractos elegidos deliberadamente, diálogos tranquilos, escenas largas con raros cambios de perspectiva y un diseño de sonido actual.
Dirigida a un público reducido, que pueda involucrarse en una película experimental, Memoria es una verdadera experiencia que, por un lado, garantiza una calma agradable a través del susurro del viento o el suave murmullo del agua y donde, por otro lado, está la explosión aterradora que regularmente le recuerda al espectador y al protagonista que algo anda mal.