[RESEÑA] El Chef de Philip Barantini.

Nuestra puntuación

Se estrenó en cines la película inglesa que retrata las tensiones de un restaurant en su día más importante del año.

El viernes antes de Navidad es la noche más concurrida en los restaurantes londinenses de Gran Bretaña. Apodado como Friday Magic, no solo es el día más esperado por los locales gastronómicos, también es el día elegido por un fastidioso inspector de normas alimentarias para comprobar que todo está en orden en el establecimiento de Andy Jones, un chef estrella al frente de un restaurante muy famoso. Explora cada centímetro del lugar buscando el mínimo detalle para hacer explotar a la pequeña bestia, lo encuentra, regaña al líder por incumplimiento de las reglas y lo sanciona, exigiendo que haga las paces lo antes posible y suba la calificación del negocio.

Esto es sólo el comienzo de una tensión que irá in crescendo en el restaurante, a medida que se vaya dando la llegada de clientes con necesidades especiales. En el centro de este volcán en ebullición se suceden los episodios eruptivos, el omnipresente chef, interpretado por el excelente Stephen Graham (Snatch, Gangs of New York), debe controlarlo todo mientras todo se desborda, abrumado por un progresivo estado de pánico que busca reprimir y disimular entregándose, incómodamente, a una serie de desastrosas situaciones.

Para colmo, aquí llega una de las estrellas del crítico gastronómico que oficia en televisión. La sombra de una disputa con el jefe se cierne. También aparece una banda de influencers, listos para noquear la reputación del establecimiento. No son los únicos clientes: un padre racista y autoritario humilla a las camareras; una pareja joven comparte sus intolerancias alimentarias. Mientras en el bar, los asistentes al cóctel viven sus propias vidas. En la sala, la gerente, bajo su seguridad de fachada no muy cómoda en sus funciones, trata de poner buena cara.

Stephen Graham protagoniza El Chef de Philip Barantini

Para filmar toda la tensión existente dentro del local, Philip Barantini ha optado por la más arriesgada de las configuraciones: un plano secuencia de una hora y media, sin cortes, con una treintena de personajes dando vueltas y chocando en esta cámara; siguiendo en tiempo real la preparación de pedidos y platos, servicio inmediato, percances de todo tipo, accidentes. Con el temor constante de que el mínimo contratiempo puede detener la máquina gastronómica, también asalta un sentimiento de admiración por los actores (Stephen Graham, Vinette Robinson, Jason Flemyng y todo el reparto), el virtuosismo del director de fotografía (Matt Lewis) y el dominio absoluto de este asombroso ejercicio de filmar todo en una sola toma, con un estilo que no es en vano.

Pero bajo los atavíos, se juegan la aventura humana de un grupo heterogéneo, las oscuras relaciones de poder y el hundimiento de la sobrecarga ordinaria. Por eso, El Chef también puede verse como una metáfora realista de una era sobrealimentada en la que el restaurante sirve como escenario simbólico y revelador.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *