Riesgo Bajo Cero de Jonathan Hensleigh.

Nuestra puntuación

Luego del estreno de Honest Thief, llega a las salas nacionales la nueva película de acción protagonizada por Liam Nesson.

Liam Nesson deberá atravesar heladas rutas en Riesgo Bajo Cero.

El Salario del Miedo es, junto a Las Diabólicas, la gran obra maestra de Clouzot. Un soberbio «tour de force» que narra las peripecias de una camionero, interpretado por el inolvidable Yves Montand, quien debe transportar un camión cargado de dinamita a través de un agreste país latinoamericano. Tan reconocida fue que tuvo dos adaptaciones norteamericanas, una de 1958 llamada Violent Road, dirigida por Howard W. Koch y Sorcerer de 1977 dirigida por Wiliam Friedkin. Las películas no solo eran una historia de suspenso y acción sino que también eran una crítica a la explotación y precarización laboral por parte de empresarios inescrupulosos, un tema contemporáneo y una trama que, según palabras del director, sirvió de inspiración para Riesgo Bajo Cero, que se estrena este jueves en salas argentinas..

Todo comienza en una mina de diamantes canadiense a 400 millas por debajo del Círculo Polar Ártico. Una explosión de metano mata a ocho trabajadores y deja encerrados a otros 26 en un túnel profundo debajo de la superficie. Entre el oxígeno limitado y las heladas temperaturas, los sobrevivientes solo tienen aproximadamente 30 horas para ser rescatados. Desde la empresa contactan a Jim Goldenrod (Laurence Fishburne) para reclutar conductores calificados para transportar los cabezales que permitirá rescatar a los mineros, por los largos y traicioneros caminos de hielo sobre lagos gélidos, en vehículos pesados. Pero la época del año es de alto riesgo para tales viajes, sus transportistas habituales se han ido, la mayoría de vacaciones. Así que deberá apelar a la inventiva para reclutar gente, sacando de la cárcel a la ex empleada y activista de los derechos de los nativos, Tantoo (Amber Midthunder), quien está ansiosa por firmar, porque su medio hermano (Martin Sensmeier) está entre mineros atrapados.

También recluta a Mike (Liam Neeson), un camionero que acaba de perder otro trabajo, junto a su hermano Gurty (Marcus Thomas), un mecánico talentoso, con una discapacidad por el trastorno de estrés postraumático que le generó haber combatido en la guerra Irak. El mismo Jim conduce un tercer vehículo, con la idea de que al menos uno de los miembros de su convoy superará los peligros del lugar de la mina a tiempo. Pero no todos esos peligros resultan ser propiedad de Madre Naturaleza, como el hielo roto o las tormentas de nieve. Tantoo traslada con ella un pasajero (Benjamin Walker como Varney) que dice ser el representante de la compañía de seguros, pero que tiene otras intenciones en pos de defender los intereses de la corporación. Mientra que, en su destino, un supervisor de la tripulación (Chad Bruce) se vuelve cada vez más engañoso a medida que empeora la situación de sus compañeros mineros.

Como una especie de carrera contrarreloj a través de helados paisajes, Riesgo Bajo Cero se convierte en una helada experiencia cinematográfica que se siente mucho más en la piel si el aire acondicionado del cine está en la temperatura más baja (recomiendo llevar buzo, aunque haga 32 grados afuera). Anécdota aparte, la fotografía del nevado y congelado paisaje, sumado a las dificultades de la ruta, hacen que la película resulte una prometedora historia de supervivencia. Sobre todo cuando las consecuencias trágicas de las rutas se hacen presente enseguida que empieza la misión, en el momento que un personaje queda atrapado en el hielo y se revela, a mitad de camino, quien es el villano. A partir de ahí, la trama se asienta y las cuestiones climáticas pasan a un segundo plano, dándole al film un aspecto rutinario y pulido en torno a la lucha de los camioneros contra los despiadadas corporaciones que solo se preocupan por seguir explotando la mina, dejando de lado la vida de los mineros.

A pesa de que la revelación del villano es obvia, las escenas de acción sostienen el relato y el suspenso crece a medida que la película avanza. Las actuaciones están bien, aunque no hay nada sobresaliente, solo la presencia de Liam Neeson, quien ha encontrado en el género su zona de confort, es el imán que genera atracción al espectador. Por eso, aunque Riesgo Bajo Cero no esté a la altura de los clásicos en los que está inspirado, es una atractiva propuesta que se acerca más al cine de acción de los ochenta y los noventa, como Escape en Tren o Daylight, ofreciendo algunas emociones rápidas y una excusa para pasar un buen rato en el cine viendo al actor británico rezongando y luchando solo contra todos.

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