Terror en Estudio 666 de BJ McDonnell.

Nuestra puntuación

Se estrena en cines argentinos la comedia de terror protagonizada por la banda de rock Foo Fighters.

Aprovechando su éxito, algunas bandas de rock han incursionado en el cine para hacer una película que gire sobre ellos. Los Beatles, por ejemplo, protagonizaron en 1964 A Hard Day’s Night que fue el diparador para otros film que le siguieron en saga sobre los muchachos de Liberpool. También la banda Kiss en 1978 protagonizaron Kiss Meets the Phantom of the Park. Hacía allí se inclina Terror en el Estudio 666 la comedia de terror de Foo Fighters surgida de un lugar de admiración por el género. Proveniente de una historia del líder Dave Grohl, protagonizada por él y sus compañeros de banda como ellos mismos. La película sigue a los músicos en busca de una nueva ubicación para desarrollar y grabar su décimo álbum. El lugar en el que aterrizan es una vieja casona en ruinas en California con un pasado espeluznante, que conduce a una serie de muertes extrañas, posesiónes demoníacas y canibalismo. 

Lo que el film deja en claro desde el principio es que no se anda con rodeos cuando se trata de sus elementos de terror con una secuencia de apertura donde muestra lo retorcido que está dispuesto a ser en sus dosis gore. Pero más allá de su compromiso inmediato con el terror más visceral, la película también pone sus cartas sobre la mesa con su sentido del humor. Abundan los chistes juveniles, algunas referencias cinéfilas sobre músicos en películas (se destaca la broma sobre Sting en tanga en Duna de David Lynch) y alguno internos de la banda, con la siempre grata colaboración de Jeff Garlin (Curb Your Enthusiasm) como el productor de la banda, desesperado por que la banda saque un nuevo disco.

Dave Grohl también muestra su dominio de las expresiones faciales y los gritos, interpretando una versión mejorada de sí mismo, no solo se destaca como el líder y la víctima de la película de terror, sino también por ser quien sea poseído por la entidad demoníaca que deambula la casa. Junto a Grohl están sus compañeros de banda, que se defienden cuando la historia requiere que tomen el centro del escenario pero es el guitarrista Pat Smear se convierte rápidamente en el arma secreta del conjunto con los mejores momentos, a diferencia de la banda en vivo donde es el baterista Taylor Hawkins quien copa la escena. 

Dave Grohl protagoniza Terror en el Estudio 666

La actriz Jenna Ortega también agrega otra medalla más a su incursión en el género de terror, luego de ser la estrella de Scream modelo 2022, y de apariciones en The Babysitter: Killer QueenInsidious: Chapter 2 y de protagonizar la próxima película X, la nueva película de Ti West, producida por A24. Ortega solo aparece en la película durante unas pocas escenas, pero le basta para demostrar que está en camino a convertirse en un referente del género, y el film hace gran uso de ella a pesar del tiempo limitado en pantalla.

Naturalmente, una película sobre la creación de un álbum debería presentar una música tremenda, sobre todo teniendo en cuenta el poder sonoro de los Foo Fighters. Ahí es donde radica la primera falla, sin negar que mis expectativas radicaban en ir a ver a un producto similar a Tenacious D (otra película que cuenta con una destacada participación de Dave Grohl); la película carece momentos de épica musical. Incluso la canción demoníaca influenciada por las entidades de la casa no suena exactamente como cabría esperar, a pesar del ímpetu de Dave Grohl por hacerla ver así. Pero gana cuando refuerza el terror con la clásica música de John Carpenter, con el propio maestro del terror haciendo un cameo divertido. Al igual que la aparición muy divertida de un cantante famoso, la participación de Kerry King, guitarrista de Slayer y el aporte de Will Forte como un super fan de la banda.

También tropieza en su clímax, sobre todo en sus escenas finales, cuando empuja su narrativa a lo que se juega como una especia de parte dos del acto final; se queda sin historia y se dedica a llenar los vacíos que ya conectamos. Sin embargo, todavía hay algunos buenos gags gore en los minutos finales, por lo que no es una pérdida total. Por momentos corrrer el riesgo de convertirse en una especie de Mingo y Anibal contra los fantasmas (con sus pro y sus contras), pero Terror en el Estudio 666 sale a flote cuando vemos a los Foo Fighters bromear entre ellos, burlarse de la cultura zen de Rami Jaffee y meter el saludo «Peal Jam» de vez en cuando. Por eso, a pesar de las críticas puntuales que uno le pueda hacer es una propuesta interesante para los fans de la banda en la que se nota la pasión por el género de terror y el gore explícito.

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