Dentro de la sección Nuevas y Nuevos Autores del Festival de Cine de Mar del Plata, se proyectó la película lituana ganadora en el Festival de Locarno.
La ópera prima de Saulė Bliuvaitė, Toxic, nos transporta a una Lituania sombría, donde el glamour y las aspiraciones de una escuela de modelos ocultan un núcleo tóxico de obsesión, competencia y desesperación juvenil. Con un estilo crudo y provocador, la película sigue a Marija, una adolescente que enfrenta el rechazo de su madre, el acoso escolar y su lucha por pertenecer, en un entorno donde la belleza se convierte en moneda de cambio.
Marija (interpretada con intensidad por Vesta Matulytė) es la «chica nueva» en un pequeño pueblo, atrapada entre el desarraigo y las burlas por su cojera. En medio de su aislamiento, encuentra una salida en la escuela de modelos local, un espacio donde las promesas de fama en París y Nueva York deslumbran a las chicas mientras las sumergen en prácticas peligrosas: dietas extremas, vómitos inducidos y hasta el uso de huevos de lombriz solitaria para perder peso.
El conflicto central emerge cuando Kristina (Ieva Rupeikaitė), una bully inicial, se convierte en un inesperado espejo de complicidad para Marija. Juntas, y a pesar de las diferencias, las jóvenes navegan las imposiciones de un curso liderado por una monitora que manipula sus inseguridades.
Toxic no es solo una crítica al insano culto a la belleza; también es una exploración del vacío emocional y la presión social que devoran a las generaciones más jóvenes. Saulė Bliuvaitė combina imágenes de una impactante belleza visual con un trasfondo decadente: bailes inquietantes, adultos sumidos en el alcoholismo, y un contexto de pobreza emocional y material que envuelve a los personajes. El resultado es una película tan incómoda como fascinante que no busca respuestas fáciles ni conclusiones felices, sino que plantea preguntas profundas: ¿A qué costo perseguimos nuestros sueños? ¿Qué estamos dispuestos a sacrificar para escapar de nuestras raíces?
Con su estética de contrastes, entre lo grotesco y lo sublime, Toxic se posiciona como una poderosa crítica al modelo de perfección impuesto por la sociedad, mientras nos recuerda cuán frágiles somos frente a las expectativas ajenas y nuestras propias inseguridades. Saulė Bliuvaitė entrega una obra perturbadora que resuena mucho después de los créditos finales.
Funciones:
ENTRADAS Sábado 30, 17:10 hs., Paseo Aldrey (Sala Aldrey 1)
ENTRADAS Domingo 1, 23:10 hs., Paseo Aldrey (Sala Aldrey 1)