Borderlands | Review

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Protagonizada por Cate Blanchett, este jueves se estrena en cines la adaptación cinematógrafica del juego creado por Gearbox y publicado por 2K.

Quienes seguimos la filmografía de Eli Roth, sabemos que si hay algo que la caracteriza es la irregularidad. Abocado más al cine de género, se destaca por el gore y la violencia explícita, con buenos productos como Hostel, Cabin Fever o Viernes Negro y otras de menor valor como El Infierno Verde o Knock Knock. En el medio, ha hecho algunos trabajos por encargo, como La casa con un reloj en sus paredes, basada en la novela de terror juvenil de John Bellairs. En esta oportunidad, el Oso Judío Donowitz (papel que interpretó en Bastardos sin gloria de «su amigo» Quentin Tarantino), vuelve con la adaptación cinematográfica del clásico videojuego desarrollado por Gearbox para múltiples plataformas.

La historia sigue a Lilith, encarnada por Cate Blanchett, una cazarecompenzas con un pasado enigmático, que regresa a su planeta natal de Pandora con una misión crucial: encontrar a la hija desaparecida del poderoso magnate Atlas, interpretado por Edgar Ramirez. En esta peligrosa misión, Lilith no está sola. Forma una alianza inesperada con un grupo de inadaptados, cada uno con habilidades y personalidades únicas. Kevin Hart da vida a Roland, un antiguo mercenario de élite en busca de redención; Tiny Tina, la niña buscada, una preadolescente salvaje especialista en explosivos, interpretada por Arianna Greenblatt; y Kieg (Florian Munteanu), el musculoso y leal protector de Tina, cuya fuerza bruta es invaluable en los enfrentamientos.

Cate Blanchett as Lilith in Borderlands. Photo Credit: Courtesy of Lionsgate

El equipo también incluirá a la científica Tannis, interpretada por Jamie-Lee Curtis, cuyo conocimiento y habilidades científicas son cruciales para desentrañar los misterios de Pandora. Y, por supuesto, no podría faltar Claptrap, un robot peculiar y parlanchín con la voz de Jack Black, que añade una dosis de humor . A medida que el grupo se adentra en los peligrosos y salvajes territorios de Pandora, se enfrenta a monstruos alienígenas y bandidos despiadados. Pero la misión de encontrar y proteger a la niña desaparecida se convierte en una lucha no solo por la supervivencia, sino también por la amistad y el sacrificio. La niña, que guarda la clave de un poder inimaginable, representa una esperanza y una responsabilidad que podría cambiar el destino del universo.

Borderlands no se explaya demasiado en términos técnicos, permitiendo que aquellos que no hayan jugado el videojuego sigan la historia sin problemas. Aunque la película cuenta con buenos efectos visuales, las secuencias de acción son correctas pero no lo suficientemente impactantes para elevar la adrenalina. Los fanáticos del juego reconocerán ciertos elementos y podrán identificar momentos que se sienten como escenas cinemáticas o combates contra jefes. El humor se apoya principalmente en Claptrap. Las payasadas del robot, hacen de Claptrap un alivio cómico. Blanchett encarna en piloto automático a la confiada cazarrecompensas Lilith, lo que hace que Greenblatt no se vea eclipsada con semejante personalidad, logrando una destacada actuación.

Sin embargo, a pesar de las sólidas actuaciones y algunos momentos conmovedores, parece que falta algo en Borderlands. La película, de una hora y media de duración, termina siendo una típica comedia de acción y ciencia ficción, que intenta emular otras películas con personajes marginales como Guardianes de la Galaxia, pero lo hace sin demasiado éxito, no logrando tener la profundidad ni la emotividad que tenía la producción de James Gunn. Dando como resultado una película etretenida, que no alcanza el nivel de memorabilidad esperado, siendo una cinta que se suma a la irregular carrera de Eli Roth como director.

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