Se estrenó en la plataforma streaming Netflix, la nueva película del director de La suerte está echada, Un cuento chino y La odisea de los giles.
Sergio Dayan, interpretado por Joaquín Furriel, toma la decisión de desaparecer no como un plan premeditado, sino como una oportunidad para resolver sus problemas personales y financieros. Ambientada en el contexto del atentado a la AMIA, la película utiliza este telón de fondo para profundizar en la trama personal de Sergio, al mismo tiempo que ofrece una mirada social y política. A pesar de los giros y sucesos que se desarrollan en la trama, la película mantiene un ritmo ágil y un tono consistente.
Uno de los temas principales que aborda la película es el de la identidad, relacionado estrechamente con la memoria. Al fingir su propia muerte, Sergio crea una nueva identidad, pero descubre que no puede escapar de su pasado, lo que lo lleva a experimentar sentimientos de culpa y a buscar el perdón, mientras lucha por reconciliarse con las decisiones de su vida. Aunque el desenlace puede sentirse un tanto débil y deja algunas cuestiones sin resolver, las actuaciones destacadas de Joaquín Furriel y de Griselda Siciliani como Estela, aportan matices a los personajes y mantienen el interés del público en todo momento.
La última obra del cineasta Sebastián Borensztein, es una película compleja y multifacética que ofrece una mirada profunda a temas como la identidad, la culpa y el perdón. Aunque algunos de estos aspectos no son totalmente explorados, la película se centra en la idea de «desaparecer», un anhelo que muchos han experimentado en momentos de extremo desasosiego, deseando borrar el pasado y comenzar de nuevo en un lugar remoto con una nueva identidad.