[Crítica] Empieza el baile de Marina Seresesky

Nuestra puntuación

Se estrena en cines la coproducción argentina/española protagonizada por Dario Grandinetti, Mercedes Morán y Jorge Marrale.

Sinopsis:

Carlos y Margarita fueron la pareja de tango más famosa de su época. Tras 30 años sin verse, iniciarán un disparatado viaje junto a su inseparable amigo Pichuquito que los enfrentará a sus recuerdos, sus miedos, pero sobre todo a sus verdaderos deseos.

Crítica:

Dario Grandinetti da vida a un ex astro del tango que, al aparecer en pantalla, evoca a ese amigo entrañable de antes de la pandemia que, de repente, parece haber envejecido 100 años. Sin embargo, su deteriorado aspecto no le impide emprender un viaje lleno de reencuentros postergados en una comedia inocentemente negra y sentimental.

La trama se desarrolla como una road movie que parte desde Buenos Aires con destino a Mendoza, ofreciendo giros narrativos, aunque tópicos, que no cabe desvelar. Lo que sí se puede destacar es la simpatía de la actriz Mercedes Morán, que aporta un toque especial a la película y el toque humorístico de Jorge Marrale en el rol de Pichuquito. Además, los paisajes que recorren durante su travesía son impresionantes y enormes, lo que crea un ambiente mágico y envolvente. Federico Rivarés, encargado de la fotografía, logra captar en la lejanía la furgoneta de la pareja, haciendo que la escena sea aún más emotiva.

Empieza el Baile es una emocionante y entretenida aventura que combina la nostalgia de los reencuentros con la belleza de los paisajes, creando un conjunto cinematográfico que no deja indiferente al espectador.

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