El Teléfono de Choong-hyun Lee. Crítica.

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El terror copa la pantalla de Netflix en esta pequeña sorpresa surcoreana estrenada en la plataforma streaming.

En 2019, Kim Seo-yeon (Park Shin-hye) una joven de 28 años, pierde su teléfono celular mientras viaja para visitar a su madre enferma y separada en un área rural. Al llegar a la casa de su infancia, encuentra un teléfono inalámbrico de hace décadas en cual recibe llamadas de una mujer angustiada que dice que su madre la está torturando. Después de investigar la casa, Seo-yeon descubre que la mujer del teléfono, Oh Young-sook (Jong-seo Jun) es una joven que vive en la misma casa pero en 1999. Los dos pueden comunicarse a través del tiempo a través del teléfono e intercambiar información sobre sus vidas. . Young-sook queda huérfana y vive con su madre adoptiva, que es chamán, mientras que Seo-yeon perdió a su padre en un incendio por el que culpa a su madre, Eun-ae.

Young-sook, basándose en información de Seo-yeon, se escapa de la casa para evitar el incendio que mató al padre de Seo-yeon. Ella tiene éxito y la realidad de Seo-yeon cambia: sus padres están vivos y sanos, y su casa es lujosa. Young-sook, sin embargo, es castigada por su madre y se siente resentida porque la vida de Seo-yeon ha mejorado mientras que la de ella es la misma.

Seo-yeon busca en Internet y descubre que Young-sook fue asesinada por su madre durante un exorcismo. Advierte del hecho a la joven, quien se salva y mata a su madre. Pero Seo-yeon se da cuenta que Young-sook se convierte en una asesina en serie las víctimas desaparecen en la actualidad. Durante una llamada telefónica, Seo-yeon confronta a Young-sook, pero sin darse cuenta le revela que será arrestada. A partir de ahí, la asesina comenzará a extorsionar a Seo-yeon para que le averigüe como consiguieron las pruebas para condenarla a través de sucesos en el pasado que tendrán consecuencias en el presente.

No vale la pena contar más porque sería sacar toda sorpresa de esta nueva original creación del cine de terror asiático. Porque si hay algo que tiene el cine oriental son esas sus vueltas de tuercas retorcidas para generar guiones del género fantástico. Esta vez tomando la idea de otra joya coreana, Siworae de Lee Hyun-seung, la película del año 2000, más recordada en estas tierras por la versión norteamericana La Casa del Lago, dirigida por el argentino Alejandro Agresti protagonizada por Keanu Reeves y Sandra Bullock. Solo que esta vez todo el tono cordial y romántico solo está presente en los primeros minutos, cuando las protagonistas se conocen, luego todo es una emocionante carrera contra el tiempo para tratar de complacer los deseos extorsivos de la asesina del pasado.

El ritmo del film sube a medida que la asesina va adquiriendo poder y se va obsesionando con lograr salir impune. Jong Seo-Jun se luce en el malvado rol de villana, sus movimientos corporales y sus miradas irradian terror y maldad de una forma perfecta. De la misma manera que Park Shin-hye, su conexión telefónica con el presente, quien entrega una sufrida interpretación como la mujer que deberá ingeniárselas en el presente para evitar crímenes en el pasado, cometidos por la única interlocutora con la que cuenta en esos tiempos.

La solidez actoral, la relación causa y efectos entre líneas de tiempo paralelas del pasado y del presente, hacen de El Teléfono una retorcida mezcla de géneros espeluznante por momentos y con mucha tensión en otros. Un guión sólido, que tiene sus baches para aquellos pretensiosos del estudio de las líneas temporales, pero que aún así nos atrapa y nos lleva por caminos inesperados hasta llegar a un sorprendente final.

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