De los creadores de EL ROBO DEL SIGLO, se estrenó en HBO Max la película protagonizada por Nicolás Francella, Emilia Attias y Maxi de la Cruz.
Una ola de calor azota una ciudad de Buenos Aires colapsada por el tránsito, los piquetes y los cortes de luz. Axel (Nicolás Franccella) sueña que tiene sexo con una mujer, pero se despierta con otra distinta a la que aparece en su inconciente. La novia lo despide en su departamento; el día de Axel comienza, la jornada laboral de atender atender usuarios en un call center de una empresa prestadora de internet parece no pesarle. Canchero, simpático, carismático, su día se complica cuando debe atender a Figueroa Mont, uno más entre los consumidores frustrados por los abusos cotidianos de las empresas de servicios.
El hombre quiere dar de baja su servicio y la tarea de Axel es disuadirlo, siguiendo las instrucciones enlatadas que aparecen en el monitor de su computadora. Pero Figueroa Mont ya está harto de tanto verso, y para él… ya es suficiente. El usuario le informa a Axel que lo está observando a través de una mira telescópica adosada a un rifle de alta precisión y que si no le soluciona el problema le va a volar la cabeza. Axel no quiere creerle, pero el detalle con el que describe a los compañeros que lo rodean y lo que sucede en ese momento en el call center, demuestran que efectivamente tiene al joven en la mira.
Nicolás Francella compone al arquetipo argentino canchero; una especie de Isidoro Cañones que ve como todo su mundo se desmorona cuando todas las infidelidades comienzan a salir a la luz y como, dentro de ese contexto, deberá hacer lo posible para que el trámite de baja de Figueroa Mont se haga efectivo. La voz en el teléfono de Gabriel Goity es la otra parte protagonista: ocurrente, paciente; aterradora, por momentos. El actor logra que su personaje, a pesar de no aparecer en escena, se transforme en un anti-héroe que hace que por momentos empaticemos con él (como usuarios que hemos sufrido) y en otros, los odiemos por la incómoda situación que le hace vivir a Axel.
Aunque los protagonistas principales son ellos dos, los personajes secundarios aportan y son funcionales al relato. Sobre todo Maxi De La Cruz, como el encargado del sector donde trabaja Axel, un exagerado yuppie, promotor de la meritocracia que pone en tensión a Axel y a sus compañeros más de una vez. Más el aporte de Emilia Attias como la seductora directora, amante del protagonista, que no acepta un no como respuesta.
Bajo una premisa repetida en films como Phone Booth de Joel Schumacher o The Guilty de Gustav Möller (la cual tuvo su remake norteamericana hecha por Antoine Fuqua) y una cámara inquieta, En la Mira es una propuesta diferente dentro del cine nacional, no da un segundo de descanso y sumerge al espectador en un espiral de vertiginoso de acción y tensión que se ve potenciada por la familiaridad que genera con los problemas diarios con la atención al usuario de las empresas prestadoras de servicio.