Luego de su paso por cines, se estrenó en la plataforma Max la quinta pelicula de la saga Mad Max, creada por el director australiano George Miller.
Es raro emocionarse tanto por la quinta entrega de una franquicia, pero con la precuela de Mad Max: Fury Road de 2015, la anticipación es palpable. ¿Cómo sigue George Miller la que muchos consideran la mejor película de acción de la última década? Con Furiosa: A Mad Max Saga, descubrimos que la clave está en dejar a Max de lado y centrarse en la evolución de Furiosa la heroína más feroz del cine de acción actual. Esta vez, la historia gira completamente en torno a ella. Mientras Charlize Theron deslumbró como la guerrera manca en Fury Road, ahora es Anya Taylor-Joy quien toma el relevo.
La película arranca con una joven Furiosa de 10 años (Alyla Browne) secuestrada de su hogar paradisíaco por los motoqueros de Dementus. Chris Hemsworth, dejando atrás su papel de Thor, interpreta a Dementus con una maldad que supera a su villano en Bad Times at the El Royale. La madre de Furiosa, una francotiradora, intenta rescatarla, pero fracasa, dejando a Furiosa en manos del infame Immortan Joe (ahora interpretado por Lachy Hulme).
El segundo acto de la película es Furiosa viajando con el camionero Praetorian Jack (Tom Burke, conocido por The Souvenir y The Wonder) entre la Ciudadela, Gas Town y Bullet Farm. Estos lugares vitales solo son accesibles para los guerreros más experimentados, y el camino está lleno de peligros. Al igual que en Fury Road, enfrentan numerosos obstáculos y enemigos. La traición de Dementus desata una guerra en el Yermo, justo cuando el vínculo entre Jack y Furiosa se fortalece.
Miller vuelve a trabajar con el coguionista de Fury Road, Nico Lathouris, y reúne al equipo técnico que ganó cinco premios Oscar. El resultado es otro extraordinario film de acción post-apocalíptica que, en algunas secuencias, supera a su predecesor, en un mundo vibrante y absolutamente inmersivo de grasa, polvo, motocicletas y caos. Algunos podrían pensar que el escaso diálogo de Taylor-Joy (solo tiene 30 líneas) es un problema, pero la actuación no se trata solo de hablar. Su rostro expresivo y sus ojos hacen gran parte del trabajo aquí. Burke sorprende gratamente como el duro Jack, y el final, aunque más tranquilo después de tanto ruido y acción, añade una dimensión reflexiva a toda la película. Mientras que Chris Hemsworth compone un Dementus violento y desquiciado, siendo la sorpresa del film.
Furiosa: A Mad Max Saga es otra obra impactante de acción y narrativa visual del director australiano. Miller no solo mantiene el nivel de su predecesora, sino que lo eleva, ofreciendo una experiencia cinematográfica épica e intensa, que no solo se nutre del nuevo universo de la saga, sino que tiene condimentos de la saga anterior, más precisamente de Mad Max 2: El Guerrero de la Carretera. Pero no es una película que debe ser vista solo por los fanáticos de la saga, sino por cualquiera que aprecie el cine de alta calidad.