La Estrella Azul | Review

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Este jueves, se estrena en cines argentinos la biopic española preseleccionada para competir en los premios Óscar que retrata el vínculo entre un músico español y Carlos Carabajal.

En los años 90, Mauricio Aznar, poeta y músico español, lideraba las bandas Golden Zippers, Más Birras y Almagato. Sin embargo, en esa década, enfrentaba profundas crisis personales: su adicción a las drogas, una ruptura sentimental y una sensación de estancamiento profesional. En busca de redención y de reencontrarse con su vocación, Mauricio decidió emprender un viaje por Latinoamérica. Fue en ese recorrido donde conoció al Padre de la chacarera, Carlos Carabajal, emblema de Santiago del Estero, quien lo acogió con generosidad, dando origen a una singular y emotiva conexión entre ambos artistas.

La estrella azul, ópera prima de Javier Macipe, explora precisamente ese viaje interno y externo de Mauricio. Interpretado por Pepe Lorente, el personaje se carga de emociones y matices que Lorente logra transmitir con autenticidad. Sin embargo, el guion o la estructura narrativa de la película a veces dificulta que el espectador conecte plenamente con el protagonista. Así, cuando el filme llega a su clímax, el impacto emocional esperado no termina de concretarse del todo.

La historia se centra en los turbulentos años 90, momento en el que Mauricio, abrumado por sus crisis personales, se lanza a recorrer Latinoamérica. Este viaje no solo lo lleva a descubrir otras realidades musicales y culturales, sino que también marca el principio del fin de su grupo Más Birras, con el que compuso Apuesta por el rock and roll, una de sus canciones más populares, más tarde versionada por Héroes del Silencio y convertida en un éxito.

Uno de los puntos más altos de la película es cuando se enfoca en la relación de Mauricio con las personas que conoce en Santiago del Estero. Aquí, el lado humano y sencillo del artista brilla en cada plano, acompañado de la belleza de la música y los bailes tradicionales de la región. Los consejos de Don Carlos, transmitidos de manera tan natural, se quedan grabados en la memoria del espectador. La relación entre ambos hombres se convierte en el verdadero corazón del filme, aportándole calidez y humanidad.

La sorpresa de La estrella azul reside en su capacidad de fusionar el drama con elementos casi documentales. Macipe introduce personas, sonidos, imágenes y lugares reales que formaron parte de la vida de Mauricio, dotando a la película de una autenticidad conmovedora. Este enfoque se complementa con la excelente interpretación de Lorente, que da vida al músico con una sensibilidad notable.

Además, la película logra contar una historia de carácter universal: la búsqueda de los sueños y el precio que se paga por ellos. Sin embargo, el mensaje más profundo del filme radica en su reflexión sobre las estrellas anónimas, aquellas personas comunes que, aunque posean un talento extraordinario, nunca alcanzarán la fama. La estrella azul se convierte así en un homenaje a Mauricio Aznar, una figura olvidada de la música española cuyo legado sigue brillando, aunque de manera discreta, en las sombras del recuerdo.

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