Después de presentarse en SITGES 2021, llega a los cines la cinta de terror tailandesa de uno de los directores de Shutter.
Cada tanto aparece una película de terror que es vendida como «la película más aterradora del año». Aquella que sorprende al espectador que va a al cine a ver algo sin tener la menor idea de lo que se va a encontrar y se lleva una sorpresa. Este año, la película que carga con esa campaña de marketing es la película La Medium. Esta vez, Banjong nos leva a Isan, Tailandia; allí, una chamana se da cuenta de que su sobrina ha sido poseída. Debido a sus comportamientos extraños, la familia decide buscar a alguien que pueda liberarla, pero durante el camino se enfrentan a todo tipo de horrores y eventos sobrenaturales.
La historia sigue a un grupo de documentalistas que se trasladan al noreste de Tailandia para grabar a la médium y su peso en la comunidad. Apelando al estilo narrativo del metraje encontrado para contar la historia de la influencia de los dioses en las rutinas y la cultura de un pueblo, donde la médium será el hilo conductor que ensamble el costumbrismo con el mundo sobrenatural en el reportaje, aunque no será ella la protagonista de la bizarra historia que Banjong Pisanthanakun muestra a lo largo de dos horas y diez minutos (una duración exagerada para este tipo de propuestas).

Como es de esperar, la primera parte de estos metrajes solo sirven para presentar a los personajes e ir creando algo de atmósfera para preparar el plato fuerte. Sabiendo que la sección inicial de los found footages suele hacerse tediosa si ocupa más de una cuarta parte del metraje, una hora de pura espiritualidad familiar sin gancho alguno que se puede hacer un poco largo, aunque el folclore que presenta tiene su atractivo.
Pasado lo más difícil de superar, la película pega un giro para convertirse en una fiesta circense. Cuando la posesión se hace evidente, el suspenso y el terror se limitan a cámaras nocturnas grabando las contorsiones y miradas fijas de la poseída en el entorno familiar. Algo que, a pesar de caer en lugares comunes de las películas del subgénero de exorcismo, logra crear un terror genuino, que se convierte poco menos que en exploits, donde todo tiende a ir in crescendo para que el resultado final se sostenga.
La manera en la que The Medium mezcla la cultura de chamanes tailandeses es muy interesante. Diferente al cine de terror convencional, con momentos realmente terroríficos, donde los efectos de las posesiones le dan un toque de realismo, es un film intenso que, a pesar de ser extenso y no ser tan novedoso, funciona también como drama de cariz antropológico en torno a servidumbres familiares e imposturas religiosas.