No Te Muevas | Review.

Nuestra puntuación

Se estrenó en Netflix, la película de Brian Netto y Adam Schindler, producida por Sam Raimi.

No Te Muevas presenta un concepto que, con su ingenio y simplicidad, resulta tan intrigante que sorprende que nadie lo haya explorado antes. La historia sigue a Iris (interpretada por Kelsey Asbille), una mujer atrapada en una espiral de dolor tras la trágica muerte de su hijo. A punto de tirarse de una montaña, es secuestrada por un hombre (Finn Wittrock) que, en lugar de evitar su muerte de forma convencional, le administra un potente sedante. El efecto de la droga se desglosa meticulosamente: a los pocos minutos pierde control de su motricidad, luego el uso de las piernas y, finalmente, su voz.

La tensión inicial de la trama, con un enfoque en la progresiva inmovilidad de Iris, presenta un desafío único para el espectador. Sin embargo, la película se desvía de su premisa cuando el guion, escrito por TJ Cimfel y David White, omite seguir al pie de la letra las reglas del sedante. Al no establecer con precisión el tiempo de inactividad de Iris, la narrativa pierde coherencia y ritmo. Aunque esto diluye parte de la inmersión, los directores Brian Netto y Adam Schindler mantienen la tensión a través de una cuidadosa cinematografía y sonido, transportando al público a la experiencia paralizante de la protagonista. A pesar de los problemas de continuidad, la dirección logra elevar la sensación de amenaza con planos claustrofóbicos y un uso impactante del sonido.

En la segunda mitad de la película, el rostro de Asbille se convierte en la única herramienta narrativa para mostrar el miedo, la desesperación y la esperanza de Iris. La actriz brilla al transmitir cada emoción en un registro silencioso y contenido, especialmente en escenas donde intenta comunicarse sin voz con quienes se cruzan en su camino. Wittrock, por su parte, ofrece una interpretación matizada del secuestrador, quien comienza como una figura carismática y aparentemente preocupada, pero rápidamente se convierte en un villano meticuloso y calculador, manteniendo su amenaza fría sin caer en clichés.

A pesar del potente desempeño de Asbille y Wittrock, No Te Muevas se queda corta respecto a sus ambiciones. La cinta parece no explotar su premisa al máximo, perdiendo gran parte de su potencial narrativo en un tercer acto que se torna un tanto inverosímil y caótico. Es por eso que, más allá del notable ejercicio de estilo, la película deja al espectador con la sensación de que, aunque la base era sólida, el desarrollo no estuvo a la altura de sus personajes principales.

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