[RESEÑA] 66 preguntas a la luna de Jacqueline Lentzou.

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Luego de presentarse en la sección “Encouters” del Festival Internacional de Cine de Berlín (Berlinale) 2021, se estrena en cines argentinos la producción griega.

66 preguntas a la luna, de la escritora y directora Jacqueline Lentzou, se inspira en la astrología y usa las cartas del Tarot para representar cada nuevo capítulo de una historia sobre una mujer joven, Artemisa (Sofia Kokkali), que regresa a Atenas para cuidar a Paris (Lazaros Georgakopoulos), su padre, con una enfermedad degenerativa que lo deja casi sin palabras e incapaz de moverse con facilidad. Forzados a una intimidad sin precedentes, hija y padre lidian con su nuevo vínculo, revelando gradualmente la casi inexistencia del pasado.

Como sugiere el título, la película genera más preguntas que respuestas. ¿Qué edad tiene Artemisa y dónde vivía antes de su regreso? ¿Por cuánto tiempo? ¿Qué pasó con su relación con su familia y por qué es ella la única miembro que asume la responsabilidad de este hombre que realmente no conoce?. A través de esta relación de la que poco sabemos, Jaqueline Lentzou, con su primer largometraje, llega a algo mucho más complicado sobre cómo se siente envejecer y percibir a tus padres con todos sus defectos y vulnerabilidades; los dolores y placeres de la edad adulta, contrariamente a lo esperado, producen tanta o más imprevisibilidad que en la juventud. Es por eso que el uso de la astrología funciona tan bien. Las texturas cambiantes de la película y la inquietud atmosférica van de la mano con la pseudociencia, emblemática como es del anhelo de certeza en un mundo oscuro e infinitamente mutable.

Aunque hay una eventual revelación que pone de relieve los problemas de Artemisa, este conmovedor estudio de personajes evita caer en la trama intrincada de un desarrollo personal empaquetado. 66 preguntas a la luna es un drama elíptico que reúne grabaciones banales de VHS superpuestas con entradas de diario habladas, tensos encuentros familiares y muestras de angustia existencial solitaria interpretadas con entusiasmo por Sofía Kokkali.

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