Nominada a nueve premios Óscar. este jueves se estrena en cines argentinos, la nueva película del director de Siete Psicópatas, En Brujas y Tres Anuncios para un crimen.
The Banshees of Inisherin (Irlanda-Reino Unido-Estados Unidos). Guion y dirección: Martin McDonagh. Elenco: Colin Farrell, Brendan Gleeson, Kerry Condon y Barry Keoghan. Fotografía: Ben Davis. Edición: Mikkel E.G. Nielsen. Diseño de producción: Mark Tildesley. Música: Carter Burwell. Distribuidora: Disney (20th. Century Studios). Duración: 109 minutos.
En su quinto largometraje como director, McDonagh se vuelve a reúnir con Colin Farrell y Brendan Gleeson, los coprotagonistas de su segunda película, En Brujas de 2008, sobre dos sicarios abandonados en esa exquisita ciudad europea. Esta vez, nuevamente con un absoluto dominio de los códigos del teatro y cine, sello reconocible de Martin McDonagh, guionista y director con varios trabajos en Broadway y el West End bajo el brazo. Esta es la adaptación de una tercera obra en su trilogía teatral sobre las Islas Aran, precedida por The Cripple of Inishmaan y The Lieutenant of Inishmore , donde se aboca a explorar las relaciones de amistad masculina.
Estamos en los 1920, en las postrimerías de la Guerra Civil irlandesa. En una ficticia isla irlandesa llamada Inisherin viven Padric (Colin Farrrell)y Colm (Brendan Gleeson) dos antiguos amigos que todos los días se juntan a beber alcohol en el pequeño bar del pueblo. La rutina de ambos se ve interrumpida cuando Colm, sorpresivamente, decida romper con la amistad para enfocarse en la composición de una pieza musical. Colm está viejo y siente que ya no está para el estilo de vida de su amigo. Aunque Pádric es un buen tipo, es un sujeto básico, feliz con unas cervezas al terminar la jornada como toda aspiración de vida. En cambio, Colm es músico, tiene alma de artista, y se ha convencido de que la vida se le va, por lo tanto no quiere perder más el tiempo con su ex amigo. El asunto escalará por caminos inesperados cuando Padric insista en sostener la amistad, que hará que Colm deba tomar drásticas medidas. Entrarán a tallar entre ambos la hermana de Colm, Siobhán (Kerry Condon) y un chico del pueblo con una vida difícil en casa, Dominic (Barry Keoghan).
A pesar de que a Martin se le reconoce como especialista en comedia negra (Siete Psicópatas y En Brujas dan cuenta de eso), es por el drama Tres anuncios por un crimen (Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, 2017) donde cobró relevancia dentro del universo hollywoodense. Acá conduce por los caminos del teatro épico, en un profundo estudio de la masculinidad y los afectos en el entorno de la clase obrera. Enmarcados en una fotografía soberbia (cada plano es una belleza), se apoya en las actuaciones (todos los protagonistas son nominados a los premios Óscar), donde Gleeson da una sólida actuación y consigue nuevamente una notable química actoral con Collin; lo mismo que Barry Keoghan quien roba pantalla con una subtrama que adquiere relevancia a medida que el relato avanza. Pero es Farrell quien logra darle la humanidad necesaria a su Pádraic, un hombre simple incapaz de lidiar con un castigo inmerecido.
También, al igual que sucede con muchas de las obras de McDonagh, su guión es la base de toda la película, donde los diálogos de los personajes van revelando su forma de pensar y de actuar, y entre todo eso se le puede encontrar muchas capas o significados a lo que quiere expresar su director, donde la la rivalidad de sus dos personajes se puede sentir como una forma de contarnos lo que fue la guerra civil de Irlanda.
De esta manera, Los Espíritus de la Isla se transforma en un brillante estudio de la soledad masculina, la depresión y la ira contenida, combinando tragedia y comedia de manera notable, para terminar por redondear una de las grandes películas del año, firme candidata a llevarse la estatuilla principal en los premios Óscar..