Luego de presentarse en el 36° Festival de Mar del Plata, se estrenó la plataforma MUBi la película del polémico director rumano.
Katia Pascariu interpreta a Emi, una profesora de una prestigiosa escuela privada cuyo video sexual con su novio se filtra en Internet, indignando a los padres de sus alumnos cuando estos inevitablemente descubren el video.Ella deberá enfrentarse a un tribunal de padres con diferentes perspectivas para decidir si mantendrá su trabajo.
La nueva película de Radu Jude comienza con el video porno completamente explícito, filmado como cualquier amateur que se haya visto on line. A partir de ahí, la película pasa a un paseo literal por Bucarest de Emi, mientras atiende sus recados diarios y trata de lidiar por teléfono con la tormenta que la rodea. La segunda sección «es un ensayo lúdico sobre obscenidades» donde el director está obsesionado con las hipocresías poco profundas y las atrocidades históricas de Rumania, su nación, tanto en su pasado no tan lejano de influencia nazi y soviética como en el presente todavía devastado por el COVID.
La tercera y última sección es la pobre Emi enfrentándose a una gran cantidad de padres que la interrogan en el video y piden su remoción. Lo que parece ser un juicio se convierte un divague filosófico, donde surgen discusiones de teorías educativas, desenmascaramiento de varias opiniones y visiones del mundo retrógradas, e incluso algunas defectuosas con visión de futuro. Una dramatización cómica donde muchos de los conceptos introducidos en la segunda parte salen a la luz, con una observadora y perspicaz mirada no solo sobre la sociedad rumana moderna, sino también sobre la de cualquier país de mundo
Sexo Desafortunado o Porno Loco es una audaz y original mirada sobre la hipocresía de una sociedad cuyas prioridades están trastocadas por aquellos que se hacen llamar paladines de la ética y la moral. Con un tono donde lo absurdo se codea con la realidad diaria que vemos a nuestro alrededor o en cualquier programa de televisión con panelistas, Radu Jude interpela al espectador de manera directa y sin media lengua, entregando un cuadro de situación disparatado aunque angustiante para el futuro de la sociedad.